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-Especialistas presentaron un panorama sobre la democracia al concluir el Seminario Internacional que organizó la BUAP
La sociedad en Perú es altamente manipulable, reconoció Gerardo Alcántara Salazar, Doctor en Sociología y Profesor Investigador de la Universidad Mayor de San Marcos en Lima, Perú; durante su participación en el III Seminario Internacional Reforma del Estado y Ciudadanía en América Latina, que organizó la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP.
En el Auditorio del Complejo Cultural Universitario, el Investigador, especialista en temas de globalización, presentó una serie de hechos relacionados con la práctica política en su país, para señalar que no es racional y que la influencia de los medios de comunicación en los procesos democráticos de Perú, son determinantes, lo que muestra un alto nivel de manipulación social.
El doctor Jorge David Cortés Moreno, Director de Comunicación Institucional de la BUAP, moderó esta mesa de análisis, donde se reflexionó sobre el papel que juegan los medios de comunicación en las sociedades de América Latina.
En su intervención, destacó que el papel de los medios de comunicación en Perú, México y en general en el continente latinoamericano es altamente influyente, lo que representa un desafío para los estudiosos de las ciencias sociales a fin de definir qué herramientas metodológicas utilizar para aproximarse aún más a la realidad.
Alcántara Salazar abundó cómo en el reciente proceso electoral de Perú se eligió como militante de izquierda a Susana Villarán, una persona acomodada en Lima y vinculada al círculo de poder mediático, que al inicio de su campaña no alcanzó el uno por ciento de las preferencias electorales, sin embargo tras ser apoyada por un reconocido periodista logró superar el 30 por ciento, lo que no sucedía desde hace muchos años.
“De acuerdo con mi percepción personal, el reconocido periodista en Perú, Jaime Baley levantó la imagen de Villarán como candidata de izquierda pituca”.
Asimismo presentó otros ejemplos interesantes, como el hecho de que el ex presidente Alan García, al volverse a postular tenía un nivel muy bajo de rating, sin embargo logró ganar apoyándose de un grupo de regueton. Otro caso se relaciona con el apoyo que la hija de Fujimori recibió del pueblo, debido a que su padre fue un gobernante populista que estableció medidas poco benéficas pero populares como los comedores a campesinos, quienes abandonaron el trabajo e hicieron uso de este patrocinio, medida que fue en detrimento de la productividad de este sector.
Alcántara Canto, aseguró que en Perú la libertad de prensa es lo mismo que la de empresa y los medios que abundan son aquellos que “aplanan la inteligencia humana, usando mujeres desnudas con un lenguaje poco apropiado, convirtiendo en zombi, a la población”, en un país donde los parlamentarios han llegado a jurar en nombre de Dios y la placa, en vez de Dios y la Patria.
Eduardo Suárez, sociólogo, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad el Salvador, en Argentina, al cerrar el seminario: “Los Barómetros de la Democracia en América Latina: Mitos y Realidades’’, partió de una reflexión basada en los elementos expuestos por los ponentes que le antecedieron.
Cuestionó si la democracia es lo que aprendimos o lo que la realidad tan contradictoria nos presenta, pues desde las universidades se aportan teorías y estructuras conceptuales, elementos metodológicos que permiten tener una lectura de la democracia, en la formación académica, en tanto que la realidad presenta otra que es contradictoria.
“Mi reflexión es sobre la formación universitaria que estamos impregnado a nuestros analistas políticos, inclusive, acerca de la construcción de lo que es la democracia, a partir de ello uno se pregunta ¿cuál es la respuesta profesional a esta forma de organización de la vida social?, y la respuesta que uno empieza a percibir es que se manifiesta la lucha entre lo que enseñamos como –el debiera ser- y -lo que es-, que genera grandes tensiones”.
Concluyó que constantemente se debaten teorías, se confrontan modelos y pensadores, sin pensar si eso se arraiga en sociedades concretas, lo que lleva a un desconocimiento.
Reconoció la importancia de la universidad para poner acento en lo metodológico, para trabajar ambas posturas, teoría y comportamientos en la realidad y reducir la brecha entre teoría y realidad, que es la responsabilidad de la universidad en la construcción de la democracia.
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