Académico de la Universidad de ARCIS de Chile participó en el tercer Seminario Internacional Reforma del Estado y Ciudadanía en América Latina

Cuando el sistema democrático es cuestionado por los ciudadanos, se está hablando de una crisis, de manera que actualmente América Latina vive en desconfianza, desatención y desafección respecto de la política, aseveró el doctor Juan Carlos Gómez Leyton, académico de la Universidad de Artes y Ciencias Sociales (ARCIS) de Chile, en su presentación en el Centro de Convenciones del Complejo Cultural Universitario de la BUAP.

Muestra de lo anterior continuó, “es el gran porcentaje de abstención electoral en distintos países, debido a que la gente se siente defraudada por la forma en que se han desarrollado los gobiernos, situación que se extiende desde México hasta Chile, exceptuando a Costa Rica, cuyo régimen democrático se ha mantenido desde 1948”.

En la primera sesión de trabajo de la mesa “La crisis de la democracia representativa” que forma parte del III Seminario Internacional Reforma del Estado y Ciudadanía en América Latina, Los Barómetros de la Democracia en América Latina: Mitos y Realidades, el investigador señaló:

“Los latinoamericanos vivimos de los mitos, entre ellos el de la democracia, cuando se ve por ejemplo que en México no hay un Estado que proteja a los ciudadanos de las malas prácticas como los asesinatos  que han ocurrido últimamente, sin embargo dicha situación también ocurre en otros países del centro y sur del continente”.

Por otra parte Gómez Leyton dijo que la diversidad de partidos políticos en una sociedad no es perjudicial para la representatividad política de la sociedad, “lo importante es que todas tengan cabida en el gran sistema político; empero a esto las formas delegativas del poder han construido ciudadanos irresponsables con la política”.

En dicho entorno los jóvenes latinoamericanos son los más afectados con la política democrática al no interesarles el tema; “hay entonces una socialización negativa de la política que la hace ver como un mal, debido a que quienes la ejercen la han corrompido aun con la aceptación de los ciudadanos.

Por lo tanto, “también hay un problema con la ciudadanía, ya que la democracia no es exclusivo de la clase política, sino que compete a todos, y sólo a quienes están en el poder les conviene que haya poca participación en los comicios”, destacó el director del Programa de Doctorado en Procesos Sociales y Políticos en América Latina  de la Universidad ARCIS de Chile.

Ante esto “lo que podemos hacer es discutir qué tipo de sociedad queremos, si una desigual, fragmentada, competitiva, individualista, discriminatoria y racista, como la que en nuestros días impera en Latinoamérica, o una diferente”, puntualizó.