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La generación de energía eléctrica mediante el uso de celdas solares en México es un proyecto factible por los altos niveles de radiación solar existentes en la mayor parte del territorio nacional. Sin embargo, es necesario contar con un plan energético de largo plazo, políticas públicas que impulsen la actividad y desarrollar un marco legal completo y ambicioso para que el país pueda explotar y aprovechar este tipo de energías alternativas.
Lo anterior fue expuesto por Arturo Morales Acevedo, investigador del Departamento de Ingeniería Eléctrica del Cinvestav-IPN, durante la conferencia El estado del arte de la investigación en celdas solares y su importancia para México y el mundo, impartida en el marco de la Primera Feria de la Investigación y la Divulgación Científica realizada en el Complejo Cultural Universitario.
El científico, dedicado desde hace más de tres décadas a la investigación en celdas fotovoltáicas, expuso que si bien México es un país privilegiado en cuanto a los niveles de radiación solar que registra al año, actualmente se carece de políticas públicas, así como de un marco legal apropiado para aprovechar la energía proveniente del sol.
Las políticas, prosiguió, deben considerar planes de financiamiento e incentivos para impulsar el nacimiento y crecimiento del sector, promover el surgimiento de la industria, y sobre todo, apoyar la investigación científica que diversas instituciones de educación superior realizan en la materia. Lo anterior, dijo, debe estar acompañado de acciones de educativas, así como de difusión y divulgación entre todos los sectores de la sociedad, planteó.
Morales Acevedo detalló que mientras países europeos con menores niveles de radiación solar han avanzado en el aprovechamiento del recurso, México permanece a la zaga. Ello, a pesar de que la investigación científica en torno al desarrollo de celdas fotovoltaicas en el país no es nuevo, ya que el propio Cinvestav creó una planta productora de esta tecnología hace 30 años, misma que no recibió respaldo de la iniciativa privada ni del propio gobierno.
De hecho, durante su ponencia, el investigador mostró una serie de fotografías de los primeros sistemas fotovoltaicos que se instalaron en territorio nacional. Reveló que fue en una comunidad de la Sierra Norte de Puebla en 1977, donde se colocó la primera celda fotovoltaica en el techo de una vivienda rural.
El investigador del Cinvestav dejó entrever el retraso que en México existe en el uso de este tipo de tecnología respecto a países europeos con menores porcentajes de insolación, y precisó que en el mundo el consumo de energía eléctrica generada a partir de este sistema registró un crecimiento importante en 2009, al pasar de 5 mil 500 megawatts a 7 mil, mientras en el país la cifra es de sólo 1 megawatt.
No obstante, Morales Acevedo agregó que existen esfuerzos aislados por impulsar el uso de esta tecnología en el país y puso como ejemplo el caso de la ciudad de Mexicali, donde se construyó una unidad habitacional de 220 casas con sistemas fotovoltaicos individuales con una producción de mil 20 kilowatts.
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