El estudio evolutivo de la actividad del volcán Popocatépetl durante los últimos 15 años desde su erupción en 1994, permiten hoy trazar tres escenarios posibles: la disminución paulatina de su actividad; prolongación del estado actual durante otro tiempo largo, similar al citado y reactivación a una fase de mayor intensidad, explicó el doctor en Geofísica, Servando de la Cruz Reyna.

Durante su participación en Encuentros sobre el volcán Popocatépetl, que tiene lugar en el Centro de Seminarios del Complejo Cultural Universitario de la BUAP, para celebrar los 15 años de la creación del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) y a 15 años de la erupción del coloso, de la Cruz Reyna precisó que los dos primeros escenarios son los más probables, pero ello no implica perder de vista el tercero.

"Aunque la escala del tiempo de evolución del volcán es más lenta que la memoria social, no debemos olvidar la existencia de la actividad eruptiva del Popocatépetl, para no perder de vista los riesgos que esto entraña", comentó.

El investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM dio a conocer que en ese centro se ha hecho un seguimiento del comportamiento del volcán Popocatépetl, por lo que hoy se dispone de un modelo sobre su actividad, de cómo el magma se acumula y se destruye, "en suma lo que hemos aprendido en estos 15 años desde su erupción en 1994, y a lo que nos puede conducir".

Por su parte, Enrique Guevara Ortiz, del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), señaló que la actividad volcánica tiene manifestaciones precursoras que permiten pronosticar su actividad, como movimientos del terreno, emisión de gases, cambios en la composición química y de los gases, temperatura y presión, entre otras.

En esta dirección, dijo, el Cenapred cuenta con una infraestructura instalada para realizar monitoreos visuales, sísmicos, geodésicos, geoquímicos, percepción remota y otros.

A su vez, el doctor Carlos Valdés, del Instituto de Geofísica de la UNAM, informó que se registran alrededor de 2 mil 100 datos por segundo sobre la actividad sísmica del volcán Popocatépetl, el cual ha detonado más de 2 mil 500 sismos de 1994 a la fecha.

El investigador asentó que hoy la tecnología permite realizar, en plazos cortos, un pronóstico sobre la actividad eruptiva de un volcán. En el caso del Popocatépetl, que en 1994 registró una importante explosión, que se repitió en 1999 y enero de 2001, afirmó que éste no genera muchos sismos del tipo volcanotectónico, por lo que es posible afirmar "que tiene un edificio volcánico estable".