- Hipólito Contreras
- Categoría: UNIVERSITARIAS
En la Casa de la Cultura el doctor Juan Ramón de la Fuente indicó que la mayoría decide el rumbo, sí, pero sin atropellar los derechos de las minorías, es una diferencia sutil, pero fundamental y que a veces se omite, la laicidad es la única forma que conocemos hasta ahora para que una sociedad plural y diversa se respeten los derechos de todos, ahí está la gran fortaleza de la laicidad, este debe ser uno de los ejes centrales de esa narrativa.
Laicidad y democracia, laicidad y derechos humanos, expuso, derechos de las minoría, equidad de género, son la esencia de la nueva narrativa que el pensamiento liberal y progresista necesita, el laicismo por supuesto admite cualquier religión, muchos de los impulsores del estado laico en el país y otros han sido militantes de algún credo, están en sus derecho, la laicidad no objeta eso.
Indicó que Carlos Monsivais dice que es imposible entender la génesis de la laicidad en México sin la lectura de los enciclopedistas y la influencia de los liberales franceses, Voltaire es ineludible en la libertad de expresión y libertad de creencias, los Miserables de Víctor Hugo es el libro representativo.
Afirmó que Juárez conformó un estado civil moderno, inspirado en el liberalismo mexicano laico, racional, progresista, su convocatoria sigue vigente, su único dogma fue la constitución, consideró la libertad como un anhelo indestructible ya la ley como la única garantía de una paz duradera.
Con la presencia de Manuel Jiménez Guzmán, Presidente del Supremo Consejo de México Internacional, Juan Molina Arévalo, representante del Presidente Enrique Peña Nieto, en sus mensaje Luis Maldonado Venegas, Secretario General de Gobierno, afirmó que no hay mejor homenaje que podamos ofrecer al Benemérito de las Américas que la develación de la máscara funeraria al lado de la de Víctor Hugo y la célebre carta doce que la libertad sería el proyectil el que vencería a un ejército invasor.
Afirmó que vivimos un régimen de instituciones que establece la separación entre las iglesias y el estado, hemos podido forjar una sociedad libre y abierta en donde existen hombres libres que tienen capacidad de decidir y elegir el rumbo de su sociedad bajo reglas democráticas.
Expuso que los principios de la laicidad se plasmaron para la liberación de nuestras sociedades y de sus conciencias, todavía hay mucho por hacer para consolidar la sociedad democrática, la tolerancia y la diversidad, la capacidad para reconocer la misma dignidad de la persona e ideas.
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