- Sábado, 05 Noviembre 2011 07:32
El Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Juan Carlos Lastiri Quirós señaló que conforme al último informe presentado esta semana por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), México retrocedió 15 lugares en la distribución de la riqueza a nivel mundial, perdiendo en sólo un año, el 23% en su nivel de desarrollo.
Agregó que este organismo internacional reporta que los niveles de desigualdad entre la gente muy rica y la muy pobre, México retrocedió del lugar 57 al 72 en esta escala mundial, siendo en la distribución del ingreso donde se genera la mayor parte de esta desigualdad.
Además, conforme al estudio, otros rezagos que acumula México son en materia de igualdad de género, ya sea en tasas de mortalidad de género y fertilidad entre adolescentes, salud reproductiva o representación política.
Por otra parte, Juan Carlos Lastiri señaló que a mediados de este año la encuesta del INEGI sobre el gasto e ingreso de los Hogares revelo contundentemente como aumentaron los indicadores sobre la disminución del poder adquisitivo en el mexicano promedio, acrecentando la pobreza en general y en particular la alimentaria.
Otro aspecto de la encuesta resalta el creciente número de familias mexicanas que se ubican en la franja de más alta pobreza, este último trabajo de medición hace referencia que efectivamente, la falta de políticas oficiales que se enfoquen a ver esta situación-la pobreza- como un problema de seres humanos y no de números, ocasiona que aumente más y más en nuestro País.
El líder priista enfatizó que “esto es solo una parte de los grandes saldos que nos dejan once años de gobiernos panistas, esta es la herencia de los que nos han gobernado pensando que seis mil pesos alcanza para todo, estos son los que han hecho que se comprima la clase media mexicana, a los que les ha faltado visión de Estado, que les ha faltado vocación y compromiso social”, expresó.
Por último, consideró que el Gobierno de la República está más enfocado a aumentar sus números macroeconómicos y carece de la sensibilidad necesaria para implementar políticas públicas acordes al enorme reto y ni siquiera con la voluntad de evaluar las ya aplicadas, para así poder reorientar importantes partidas del presupuesto de la Federación, limitando a éste en su papel de generador y propulsor de la distribución sana de la riqueza nacional.
“Los números no mienten y desenmascaran a diversas acciones como medidas con fines electorales más que de justicia social, demeritando la tarea en grandes temas como son la educación y la salud, que deben ser fines superiores del funcionamiento del Estado Mexicano”, concluyó