Ante las  heladas que acabaron con la producción de  maíz en los estados del  norte, sobre todo en  Sinaloa, lo que llevará  a un desplome de la  producción nacional este año, y  la  baja  oferta mundial de  maíz  blanco, el gobierno  federa l tendrá que recurrir a  la importación de grano amarillo para cubrir la demanda nacional.

Efraín García  Bello,  presidente de la  Confederación Nacional de  Productores  de  Maíz, afirmó que se desconoce la cantidad de maíz amarillo que el gobierno deberá de importar, sólo en Sinaloa,  indicó, se perdieron por lo menos cuatro millones de toneladas,  también hubo fuertes pérdidas en  Sonora  y Tamaulipas.

El dirigente de  los maiceros destacó que  la importación de  maíz es  imposible porque en el mundo casi no se produce, salvo pequeñas cantidades en  estados Unidos, Sudáfrica,  China y Argentina, por ello, dijo, es muy probable que  el déficit se cubra con maíz amarillo  utilizado como forraje en  Estados  Unidos.

Aseguró que  hasta  hoy México  importaba  sólo maíz amarillo para el sector pecuario, del que es altamente deficitario,  su producción de maíz blanco rebasaba los veinte millones de toneladas con lo que se cubría la demanda nacional.

García Bello afirmó que después del  fenómeno en los estados del norte, el gobierno federal  y los gobiernos de los estados deben poner más atención en la producción de granos, sobre todo de maíz para asegurar la demanda nacional.

Indicó que pese a la magnitud del siniestro en  Sinaloa a la fecha  se han resembrado unas cincuenta mil hectáreas por lo que se espera recuperar parte de  la producción, por eso, dijo, no sabemos  el monto de las  importaciones de maíz.

Afirmó que sin duda  el siniestro en  Sinaloa y otros estados del norte impactará en el precio de la  tortilla que a nivel nacional se cotizaba entre ocho  y nueve pesos el kilo, no sabemos cuánto suba,  comentó, existen también otros factores como el  alza constante a las gasolinas y energía eléctrica que representan insumos  importantes para  los industriales del maíz.