El humanismo es un modo de ser, no es una propiedad o cualidad adquirida ocasionalmente; su oposición, alejamiento y olvido denota el estado de crisis en que se encuentra el hombre, más aún es la razón de esa crisis, mencionó el doctor Noé Héctor Esquivel Estrada, de la Universidad Autónoma del Estado de México, en su conferencia "Humanismo y Filosofía en la Universidad" dentro del III Coloquio Nacional sobre Cuestiones disputadas en Filosofía: la Filosofía y las Humanidades hoy, que se realiza en la BUAP.

"Nos atrevemos a decir que se es o no se es hombre en los mismos términos en que se afirma que se es o no se es humanista; en este sentido reafirmamos que no se puede ser hombre sino ser humanista".

El auditorio Elena Garro de la Facultad de Filosofía y Letras, albergó a estudiantes de licenciatura y maestría así como a docentes del Colegio de Filosofía que atentos, escuchaban al especialista quien habló sobre la carencia de valores y la desorientación del hombre a causa de la pérdida del humanismo.

"Pensar el humanismo en su naturaleza misma, como forma de ser, nos lleva a darnos cuenta de que cualquier acción que se mantiene en su contra no daña situaciones accidentales de la vida, sino deteriora el mismo ser del hombre, de ahí que el riesgo mortal le concierne a él mismo pues es el único que puede construir o atentar consciente y directamente contra su propio ser" señaló.

Añadió: "¿qué es lo que paradójicamente le acontece al hombre que se está olvidando o desinteresando de su ser, cuando lo que hace aparentemente es a su favor?, el ideal de realización puede ser entendido con el término "el mejor en todo" y ser testigos del abandono de la reflexión, de la inautenticidad, de la inhumanidad y de la lucha por el poder, nos convence de la crisis del humanismo, mediante un vuelco a esta situación el hombre tiene que ganar su propio ser".

El investigador afirmó que la acción humana ha quedado a la deriva sin orientación ni rumbo, por ello es que el hombre se haya convertido en rehén de sus propias acciones reduciendo su dominio sobre sí y sobre su hacer. "Ya no distingue entre aquel que quiere ser y aquel de quien huye, y a causa de esa confusión ha perdido el camino, ha contenido más importancia a sus sueños que a la misma realidad; sus empeños conseguidos como logros no son más que el incremento de sus fracasos".

Por otra parte, el humanismo, "que nació con la literatura y creció con la filosofía, no puede eludir tal situación, por ello que el humanismo cobre su importancia en el acto de filosofar, con lo cual se cumple el objetivo existencial de esta disciplina: hacer un ejercicio reflexivo y riguroso que conduzca al hombre a la superación de su ser".

"A final de cuentas, lo que el humanismo pretende es que éste ser adquiera una visión más completa de sí mismo y de su mundo para que se reconozca y proyecte en este entorno; no se puede ser humanista e inhumano", concluyó el doctor Esquivel Estrada.