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Julieta Hernández Jáuregui Galván/ En infinidad de ocasiones nos hemos preguntado el porqué de alguna situación que estamos viviendo. No es común que nadie se detenga para hacer un recuento de sus hechos, en el qué hizo y qué dijo, qué sentido llevaba y qué le acontece a esa persona a partir de lo acontecido.
La vida es tomada con demasiada ligereza, para quienes no han sido favorecidos ni con sentido común, ni con todos los recursos propios de una sana solvencia moral, haciendo las cosas “al hay se va” y el “me vale”, tan acostumbrado en estos difíciles tiempos de indiferencia y gran egoísmo.
Esperamos el cambio de nuestra vida en algunos renglones desacomodados. Según por la mala suerte, por un destino desviado, por un mal sistema de gobierno, por una mala racha, por el tiempo de las vacas flacas, e innumerables argumentos que nos esforzamos por adoptar; sin tomar en cuenta el curso de cada una de nuestras acciones que después acompañamos con reclamos y protestas diarias.
Cuánto hemos escuchado frases tan llenas de una seguridad del bien decir y el bien hacer, sin ponernos frente al espejo de la realidad que somos; nuestra conciencia, que vive en paz al no guardar en ella, ningún hecho vergonzoso que la mantenga intranquila.
No es necesaria la vergüenza, quizá lo reflejado ahí no amerite tal sentencia, más sí tomar en cuenta que no sólo se perjudica con los ilícitos causales de algún tipo de condena. Son las cosas aparentemente triviales, las que nunca tomamos en cuenta y nos damos por aprobados, aún cuando haya algo grisáceo que amerite ser reprobado.
Te verás frente al espejo de tu interior, y te dirás que no eres una mala persona. Que no has robado, ni matado. Que no le debes nada a nadie porque eres persona honrada, y estás al día en tus responsabilidades y compromisos. Que no faltas a tus deberes; siendo buen esposo, padre, hermano, hijo, pariente, amigo y fiel cumplidor de tus deberes cívicos
Es verdad, eres un fiel cumplidor, bien por ti y por tu alto sentido de responsabilidad que te hace dormir tranquilo, te has ganado una estrellita. Más eso no es todo, hay otro tipo de aspectos que se manejan con un rubro muy diferente, es tu ETICA de donde se desprenden cualquier cantidad de actitudes para contigo y con los demás.
Una persona ETICA, es aquella que no es capaz de llevar contabilizada alguna falta, que perturbe la tranquilidad y el nivel de las emociones de alguien. Se es ETICO cuando no se miente ni y se deja a un lado el rol del protagonismo y la ostentación, en ninguna de sus manifestaciones. Cuando no se lastima a nadie, tan solo con la mirada. Cuando no se juega con los sentimientos ajenos, que han sido depositados en la confianza de otro, como su más grande tesoro.
ETICA, es la parte de la filosofía que trata de los actos humanos, por tanto se dice que una persona de buena ética, es aquella que se preocupa por hacer las cosas de la mejor manera posible, revisando minuciosamente, que en cada uno de sus actos no se ponga en tela de juicio ni su imagen ni su proceder.
Existen muchas maneras de reflejar la parte gris de nuestra personalidad en diversas y variadas situaciones, tan simples como no adular sólo por llamar la atención, y hacer comentarios que van muy lejos de la realidad. Cuando no se habla con claridad, cuando se cambia el rumbo de alguien, solo por avanzar en el propio, todo esto y mucho más son falsos aconteceres que proyectan mala imagen.
No debes alarmarte, si de pronto alguien se muestra distante contigo, y las cosas no te van saliendo bien, cuando alguien de tu confianza ya no te da la misma importancia que te hizo sentirte de primera y si va decayendo tu popularidad entre tu grupo de amigos.
Si todo eso y muchas cosas más te comienzan a suceder, te recomiendo que medites y sopeses cómo han sido tus comportamientos y con qué hechos y palabras fueron acompañadas. Concediéndote el beneficio de la duda, es probable que algo se te salió de las manos y tocaste alguna fibra sensible, que no debías haber tocado sin antes haber analizado cuál sería la reacción.
En síntesis, son tus hechos y tus palabras los que de muchas maneras, te exigen des siempre la mejor y más brillante versión de ti mismo. Si las cosas ya no tienen el mismo vivo color, que le daban energía a tus estímulos y a tu ego un resplandor, significa que algo no anda bien con tu desubicado interior.
El Mundo Requiere… Etica para poder comprender lo cauteloso que debes ser, y salir lo mejor librado, aún cuando tengas que decir algo delicado. Hay que mantener en alto la educación que te dieron, aunque tengas que agacharte si el caso así lo amerita. La distinción que hay que mostrar, aún cuando el traje lo lleves parchado. La delicadeza con la que debes proceder, aunque seas arrebatado.
Una persona ETICA es congruente, sensata, honrada y honesta consigo misma, y así mismo con los demás, con quienes alterna, convive, y establece vínculos, que no se rompen ni modifican sin causas justificables. Valora y sopesa qué haces con tu ETICA, pues de ella dependerá tu tranquilidad, tu buen equilibrio emocional, tu paz interior y tu buena reputación.
“Hechos son amores, no buenas razones” dice el refrán… y qué dice tu cuestionamiento contigo?
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