cauUrge la CNC al Gobierno Federal decretar apoyos extraordinarios por 15 mil millones de pesos al campo

Tan sólo en esta rama de producción, los daños por ausencia de lluvias y heladas asciende a más de 6 mil millones de pesos 

Por efectos de la sequía, el año pasado cayó la producción nacional de frijol en 70 por ciento, informó Gerardo Sánchez García, diputado y líder de la Confederación Nacional Campesina, quien insistió hoy en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión en la urgencia de que el Gobierno Federal un apoyo extraordinario por 15 mil millones de pesos a los productores agropecuarios afectados por el cambio climático.

Al presentar un punto de acuerdo de “obvia y urgente resolución”, el legislador destacó que el apoyo fue aprobado desde el pasado 30 de abril por la Cámara de Diputados y cuenta con el respaldo de los gobernadores de los estados dañados.

El dirigente de la CNC indicó también que las pérdidas causadas por la sequía y las heladas tempranas no coinciden con las cifras que maneja la Secretaría de Agricultura, que minimiza, como es el caso del frijol, al sostener que son del orden del 50 por ciento. De cualquier forma, sostuvo, tan sólo en esta rama de producción las pérdidas ascienden a más de 6 mil millones de pesos.

“Los daños han sido cuantiosos y a pesar de los anuncios del gobierno federal de apoyos ordinarios por 34 mil millones de pesos para resarcir la deteriorada economía campesina, se ha frenado el flujo de dinero fresco y los programas para la reactivación agrícola han quedado como una simple promesa incumplida del presidente de la República.

Sánchez García recibió un informe del dirigente de la Unión Nacional de Productores de Frijol, José Castillo Reynosa, donde informó que en los dos ciclos agrícolas de 2011 solamente se obtuvieron cosechas por 400 mil toneladas, de un promedio anual esperado de un millón 100 mil toneladas.

El dirigente de la CNC dijo al respecto que en el campo los factores de la producción exigen el flujo inmediato de recursos, porque el tiempo y el clima no esperan. “Esto lo deben entender las dependencias federales que sirven al agro, pues si hay siniestros es necesario canalizar nuevos recursos para los siguientes ciclos, sobre todo que los fertilizantes, las semillas y preparación de tierras han aumentado los costos financieros”, expresó.

El diputado por Guanajuato donde los daños por la sequía comprenden más de 300 mil hectáreas, aseguró que la pobreza que enfrentan los productores del campo debe acreditarse a lo pasmoso de las instituciones gubernamentales.

Por su parte, Castillo Reynosa afirmó que el monto de daños por 6 mil millones de pesos no ha sido reconocido por los órganos del gobierno federal responsables de los apoyos a la producción del campo, como son las secretarías de Hacienda, Agricultura, Desarrollo Social y Economía, en particular a lo que se refieren los programas emergentes, detenidos por la llamada veda de las campañas políticas.

Las expectativas para el presente año en producción de frijol, apuntó, indican una ligera recuperación de las cosechas durante el ciclo de primavera – verano, siempre y cuando llueva a tiempo, en tanto que en el ciclo de invierno, la escasez de agua en presas limitó el desarrollo del cultivo.

Durante la década de 1990 – 2000, se tenía una demanda de frijol del orden de un millón 200 mil toneladas anuales, en tanto que, en los últimos diez años, se estableció en un millón de toneladas. Esta baja se debió a otras opciones alimenticias, como proteínas de origen animal, en particular huevo y carne de pollo.

Invariablemente, añadió, los productores de frijol se oponen a las importaciones de la leguminosa, porque afectan el proceso de comercialización, sobre todo porque las compras en el exterior las realiza el gobierno o empresas privadas en coincidencia con las cosechas nacionales. Esto ha ocurrido para el caso de los productores de frijol de Nayarit y otras entidades.

Se estima que alrededor de 2.6 millones de productores de 28 entidades federativas, dependen de la producción de frijol en alguna forma, mientras que alrededor de 500 mil personas más normalmente cuentan con empleo en los procesos de envasado, distribución, transporte y comercialización del alimento.