Por Gema S. Aguilar López

Devolver el espacio que le hemos quitado a la naturaleza es posible si el área de nuestras viviendas, que normalmente destinamos para guardar cosas viejas e inservibles, la convertimos en una azotea verde que puede ser recreativa o productiva, adaptarla puede resultar tan caro o barato como cada quien decida.

Las azoteas verdes generan una disminución en la temperatura, ayudan a retener el agua pluvial, mejoran el medio ambie nte, al permitir la captura de partículas suspendidas en el aire como el plomo, disminuyen el gasto por impermeabilización, pero además representa la oportunidad de producir alimentos para el autoconsumo libres de químicos y pesticidas.

Alemania empezó este movimiento a finales de la década de los 70, y cada año se instalan alrededor de un millón de metros cuadrados de azoteas verdes, actualmente este país es líder con una superficie de 22 millones de metros cuadrados.

En Japón casi todos los  hospitales  tienen un  techo verde, en Suiza el espacio verde en las azoteas es obligatorio en las nuevas construcciones, esta tecnología ecológica es una tendencia mundial, que además permite disminuir gastos al ser un excelente sistema aislante y estabilizador térmico.

La UNESCO señala que deben existir 9 metros cuadrados de espacio verde por habitante, en la ciudad de México está cifra es de 0.5 metros, de ahí la urgente necesidad de implementar tecnologías amigables con el medio ambiente.

Recientemente el Papalote Museo del Niño, instaló una azotea verde con una inversión mínima, que realizó con macetas elaboradas de material reciclado sembradas con plantas que no requieren podas, ni grandes cuidados como la siempreviva.  Este proyecto tiene como el fin regular la temperatura en el edificio, lo que ayudará a reducir el gasto en la electricidad que requiere el sistema de aire acondicionado.

Por otra parte el gobierno del DF analiza la factibilidad de instalar azoteas verdes en los edificios gubernamentales y en varias ciudades de la república se han iniciado programas de azoteas productivas. Lamentablemente a mayor crecimiento poblacional y desarrollo de las ciudades, menos disponibilidad de espacios verdes, tenemos que cambiar nuestros hábitos respecto al cuidado del medio ambiente de ello depende nuestra sobrevivencia.