Mediante sistemas de producción  como la labranza de conservación, aplicación de abonos orgánicos y el manejo adecuado del agua es posible  obtener hasta diez toneladas de maíz por hectárea en laderas pobres, afirmó el diputado  federal  Alberto  Jiménez Merino.

Indicó que  en  el 70 por ciento de los núcleos agrarios, esto es más de 22,000 ejidos y comunidades,  los jóvenes no se están integrando a las actividades del campo; hay  una grave desvinculación generacional que pone en riesgo la continuidad de este tipo de figuras agrarias.

Expuso que ante la falta de apoyos y alternativas, la migración de la población rural se ha venido incrementando de manera preocupante, aseguró el Diputado poblano Alberto Jiménez Merino.

La falta de un plan o proyecto para fomentar el desarrollo de los núcleos agrarios, dijo, imposibilita la implementación de acciones que favorezcan e impulsen el crecimiento y desarrollo de estos. Además hay un desconocimiento de los recursos naturales existentes, así como de las potencialidades de los propios núcleos agrarios.

Aseguró, el ex titular de Desarrollo  Rural, que el contenido del estudio debe incluir: Qué producen y hacen actualmente los productores, problemática productiva, qué limita las actividades económicas en el campo, problemática ambiental y socio-económica, qué está deteriorando los recursos  naturales y amenazando el futuro de las nuevas generaciones, recursos naturales disponibles, con qué se cuenta para sobrevivir y desarrollarse.

También incluir las actividades productivas potenciales: Qué se  puede producir de acuerdo a las posibilidades ambientales, a  las necesidades de autoconsumo y a la demanda de los mercados locales,  regionales, nacionales e internacionales; Acciones de mejora productiva: Cómo hacer mejor lo que ya se hace, aprovechando al máximo lo que se tiene.

La propuesta de contar con Planes de Desarrollo Ejidal, señaló el también ex rector de la Universidad de Chapingo, nace de la necesidad de contar con herramientas que faciliten la producción agropecuaria de los núcleos agrarios, para que en el mediano y largo plazo, las familias que habitan en estos tipos de propiedad puedan mejorar su calidad de vida, mediante un incremento sustantivo de sus ingresos.

Indicó que mediante al labranza de conservación, siembra de precisión y manejo de suelo y agua,  en laderas pobres donde la producción de maíz no rebasa las dos toneladas, es posible producir  10 toneladas a través de procesos productivos sustentables fundamentados en un proceso integrado de varias prácticas como el aprovechamiento del agua, abonos orgánicos y luz solar.

El coordinador del PRI del sector agrario  en la Cámara de Diputados, afirmó que mediante estos sistemas bajan los costos de producción, haciendo rentable la actividad del campo,  además de vigilar la aplicación de recursos y planes de trabajo, acompañar el desarrollo de proyectos para producir,  vender mejor, subir rendimientos y mejorar la calidad, se mejorarán las condiciones de vida de los mexicanos.