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Además de ser un ejemplo de sustentabilidad, la Ciudad de la Ciencia y el Conocimiento, con su Parque Tecnológico y Campus Académico, representa el futuro de la Universidad y motor del desarrollo económico del estado y la región, afirmó el Rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez, durante la colocación de la primera piedra de espacios y edificios en la zona, comprendidos en la primera etapa, con una inversión de 240 millones de pesos.
“Esta Ciudad se convertirá en el futuro de la Universidad: su crecimiento y consolidación. Es el futuro. Hoy sembramos la semilla y estoy convencido que en cuatro o cinco años habremos de comprobar que tenemos certeza y visión hacia dónde caminamos, hacia dónde dirigirnos. Esto será un vergel de la ciencia y el conocimiento”, expresó.
En compañía del Secretario General, Alfonso Esparza Ortiz; el Tesorero General, Óscar Gilbón Rosete; el Director de Comunicación Institucional, Jorge David Cortés Moreno; del Director General de Obras, Manuel Sandoval Delgado; así como de vicerrectores, directores y estudiantes, colocó la primera piedra del Parque Recreativo Ambiental, y de los edificios de la Escuela de Biología, las ingenierías Automotriz y de Recursos Energéticos Renovables, el Edificio Administrativo, el Centro de Desarrollo Tecnológico y de la Coparmex.
Sobre una superficie de poco más de 100 hectáreas, a un costado de San Pedro Zacachimalpa (en la zona de Valsequillo), la Ciudad de la Ciencia y el Conocimiento comprende tres áreas: el Parque Recreativo Ambiental, el Campus Académico y el Parque Tecnológico, también conocido como Tecnópolis. Este nuevo macroproyecto ecológico de la BUAP se edificará en tres etapas. Para la primera están asegurados 240 millones de pesos.
Al arribar al terreno en el que se construye el Parque Tecnológico, Agüera Ibáñez señaló: “Éste es el futuro de la ciencia en Puebla y México. Este Parque, además de sus tareas sustantivas -promover el desarrollo científico y tecnológico-, será un ejemplo de sustentabilidad, aquí vamos a cuidar cada detalle que tiene que ver con la preservación del medio ambiente, no vamos a contaminar ni a dañar, sino a potenciar los recursos de la zona”.
El nuevo Campus Académico: Este complejo destinado a la nueva oferta académica de la Institución –entre otras las ingenierías Automotriz y de Recursos Energéticos Renovables, así como Biotecnología- representa el 10.5 por ciento del total de la superficie del proyecto.
Además de un bulevar ecológico, se ubicarán edificios para áreas de formación académica integral, laboratorios de transferencia tecnológica y espacios culturales. Cada edificio tendrá azoteas verdes, paneles solares y cisternas de captación de aguas pluviales.
El Parque Tecnológico: En una superficie de 634 mil 334.77 metros cuadrados se edificará Tecnópolis, como un espacio innovador y amigable con el entorno natural. Contará con un Edificio Central Administrativo, el edificio de Coparmex y un Centro de Desarrollo Tecnológico, además de lotes para incubación de empresas de base tecnológica.
Destaca, también, que se instalarán un Parque Eólico-Solar y plantas de tratamiento de aguas, un Parque de Educación Ambiental y se realizará una reforestación en más de 53 hectáreas, con más de mil árboles.
El Parque Recreativo Ambiental:Es una zona comprendida en 8.9 herctáreas, donde se respetarán las condiciones naturales del entorno, se conservará la flora del lugar, con vialidades de tierra, y enriquecida con la plantación de nuevas especies endémicas y la aplicación de tecnologías y energías alternativas a favor del medio ambiente, como áreas de exposiciones de energías renovables y el desarrollo de prototipos de construcciones autosustentables, por ejemplo La Casa de las Ecotecnias.
Además de beneficiar a la población circunvecina, con la generación de empleos e impacto económico y social, el Rector Enrique Agüera Ibáñez afirmó que la Ciudad de la Ciencia y el Conocimiento es ya “un referente nacional que nos permite ponernos a la vanguardia, no sólo con una nueva oferta académica que incide en el desarrollo del estado, sino además con el acompañamiento de todos sectores. Aquí la ciencia se convertirá en un auténtico motor de transformación del desarrollo, y va a tocar vidas. La transferencia científica consiste en eso: conseguir que la ciencia y el conocimiento ofrezcan respuestas a los retos más importantes que tenemos como sociedad”.
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