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La vida enseña que una de las cosas más difíciles es jugar en equipo, “el saber conjuntar las individualidades, confiar en nosotros mismos y los compañeros, al igual que saber motivar, persistir y respetar”, afirmó Alfonso Esparza Ortiz, Tesorero General de la BUAP.
En representación del Rector Enrique Agüera Ibáñez, durante el inicio de actividades de Lobos BUAP, indicó que no sólo es importante saber competir, sino también compartir.
Anunció que la inauguración del Estadio Universitario, será el próximo 13 de enero, con lo que se espera poner en alto el nombre de la Máxima Casa de Estudios en la entidad, en materia de infraestructura.
Juan Jiménez, Presidente del Club deportivo Lobos BUAP, enfatizó que el anhelo para este año que inicia es ascender a la primera división, una visión compartida desde los jugadores hasta funcionarios universitarios.
“Nosotros como miembros de este club, nos honra pertenecer a él; para mí es alegría, entusiasmo y poder ver todo el esfuerzo de las partes técnica y táctica del futbol”.
Señaló que no hay nada mejor que hacer deporte, “es algo que ayuda al ser humano a ser mejor persona porque es disciplina, trabajo y esfuerzo, el cual se ve recompensado en la victoria”.
Por su parte, el Arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinosa, destacó que este 2012 será un año de triunfos y éxitos. Asimismo alentó a los deportistas a poner en alto este deporte, “ustedes son el ejemplo de muchos niños, jóvenes y adultos”.
Recordó su afición al balón pie y que ha estado en varios clásicos de primer nivel, por ejemplo el Real Madrid-Barcelona y por supuesto el Guadalajara-América. Además manifestó su fiel seguimiento de la trayectoria del equipo de Lobos.
En este inicio de actividades también estuvieron presentes Óscar Gilbón Rosete, Contralor General de la Universidad, Roberto Ruiz Esparza, Vicepresidente del Club Deportivo Lobos BUAP y María Teresa Fuentes, directora administrativa del club.
Posteriormente se realizó la entrega de un balón autografiado por todos los jugadores, así como una playera, al arzobispo Sánchez Espinosa. Se tomó la fotografía del recuerdo y la fiesta no pudo hacerse esperar, por lo que se llevó a cabo la tradicional partida de rosca de reyes, donde los deportistas trataron de esconder el muñeco para librarse de llevar después los tamales y atole.
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