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Jornadas de salud en comunidades marginadas y revisión constante de planes de estudio de Medicina, algunas de las contribuciones de la BUAP
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, existen más de 220 millones de personas con diabetes en el mundo. En México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, la prevalencia aumentó a 7.31 millones de casos y por cada paciente diagnosticado, existe otro sin prescribir. De no realizar acciones concretas, para el año 2030 las cifras podrían duplicarse.
Alerta además, su presencia en personas cada vez más jóvenes: en el 2010 el Instituto Mexicano del Seguro Social reveló la aparición de 400 mil casos de menores de 15 años con este padecimiento; la Federación Internacional de Diabetes indica que el tipo I de esta enfermedad crece a un ritmo del tres por ciento anual entre niños y adolescentes en América Latina y se calcula que alrededor de 70 mil menores de 15 años desarrollarán diabetes tipo I cada año, mientras que la del tipo II, que fue vista como un padecimiento propio de adultos, hoy en día también afecta a infantes.
El impacto económico de la diabetes en México alcanzó los 317 millones de dólares en 2009, según la Secretaría de Salud, y para la Asociación Latinoamericana de Diabetes, el gasto más significativo lo representa la hospitalización, que se duplica cuando el paciente presenta complicaciones como afección en los riñones, daño en la retina del ojo, trastornos oculares en el nervio óptico o pie diabético.
Si bien la diabetes no es un padecimiento nuevo, el estilo de vida sedentario, la ingesta de comida poco saludable, el estrés, la falta de ejercicio y la predisposición genética, son factores para desarrollarla, por lo que diversas instituciones de salud a nivel mundial buscan frenarla.
En Puebla, la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma, realiza diversas acciones para enfrentar este problema de salud pública, realizando acciones entre comunidades marginadas y personal universitario, a fin de detectar factores de riesgo que detengan el aumento de casos de diabetes, además de reorientar la educación de sus alumnos.
Atención a comunidades marginadas: Gracias al apoyo del Rector Enrique Agüera Ibáñez, para la adquisición de la Unidad de Diagnóstico Integral Móvil, recientemente se ha reforzado el trabajo en comunidades marginadas, lo que permite ampliar el trabajo de vinculación de la comunidad universitaria y ofrecer de manera gratuita la aplicación de una serie de pruebas químicas y bioquímicas para la detección oportuna de obesidad, diabetes y otras enfermedades.
El director de la Facultad de Medicina, Rosendo Briones Rojas, destacó que se trata de un esfuerzo creciente que desarrolla la comunidad de esta unidad académica, como lo revela el número de acciones de salud en comunidades marginadas a través de las Jornadas de Salud, que en 2009 reportaron mil 529 acciones de salud y en 2010, cuatro mil 637, cifra que sin duda será superada en 2011, pues tan solo en noviembre y diciembre se prevén atender 19 municipios.
“En 2010 se ofrecieron a niños, adolescentes, adultos y adultos mayores consultas generales, exámenes de laboratorio para cuantificar colesterol, triglicéridos, pruebas de Papanicolaou, detección de grupos sanguíneos y detección de factores de riesgo para diabetes e hipertensión arterial, entre otras; para 2011, se pretende superar la meta de atenciones”.
De acuerdo con el titular de Medicina estos esfuerzos, aunados al que realizan las instituciones del sector salud, permitirán no sólo detectar oportunamente el problema, sino poder incidir en la salud de la población, para lo cual juegan un papel importante los médicos en formación.
Estas actividades de vinculación, son la oportunidad para que los alumnos refuercen el conocimiento teórico adquirido en las aulas y mantengan contacto directo con la población abierta que acude para ser sometida a un proceso de revisión; asimismo contribuye a generar líneas de investigación para la publicación de artículos y libros con el fin de conocer el panorama epidemiológico en el estado y plantear estrategias para su prevención y control.
Detección de factores de riesgo en personal universitario: Entre las acciones realizadas en el último año al interior de la Universidad, la Facultad de Medicina puso en marcha un proyecto para la “Detección de factores de riesgo en el personal académico y no académico de la BUAP”, que consiste en la detección de enfermedades como síndrome metabólico y diabetes, así como su consecuente atención.
Con el apoyo de la Vicerrectoría de Docencia, inició el proyecto al realizar entre el personal de esa dependencia, la medición del índice de masa corporal, detección de obesidad, cuantificación de triglicéridos, colesterol total y glucosa, además de presencia de hipertensión, pues cuando se presentan al menos tres de estos indicadores, se refleja la presencia del síndrome metabólico, conocido también como la antesala de la diabetes.
“Casos con alguna alteración fueron sometidos a un seguimiento para cambiar hábitos de alimentación, y en su momento fueron derivados al Hospital Universitario de Puebla, para continuar con un seguimiento fármacobiológico”, señaló Briones Rojas.
Para este proyecto, médicos de la Facultad, apoyados de Químicos y pasantes, realizaron trabajo de muestreo y detección en personal de la Facultad de Economía, la Dirección General de Innovación Educativa y para enero se realizará el mismo en las facultades de Electrónica e Ingeniería Química; la meta es atender al 80 por ciento de la comunidad universitaria para el próximo año.
Reorientar la formación de alumnos de Medicina: Jaime Meneses Guerra, coordinador de la Licenciatura en Medicina, mencionó que actualmente se reorienta la formación de sus alumnos a favor de la prevención y promoción de la salud, con el interés de poder incidir en este problema de salud pública.
Explicó que constantemente, desde la academia, se hace una revisión del plan de estudios, para desarrollar programas de asignatura que impulsen habilidades y competencias profesionales, encaminadas a conocer y atender las patologías que representan las primeras causas de morbi-mortalidad, en México.
“Si reorientamos la educación de los alumnos desarrollando las habilidades y destrezas para hacer un diagnóstico precoz, mejorar la relación médico-paciente y corresponsabilizar a los enfermos en su cuidado y en su manejo, evidentemente la presentación de complicaciones tenderá a reducirse, e incidirá en las políticas de educación para la salud”, dijo.
El coordinador agregó que actualmente se trabaja en la reestructuración del programa para los alumnos de la carrera de Médico Cirujano y Partero, con el objetivo de que sepan caracterizar el problema en la población abierta y realicen su diagnóstico temprano, con un enfoque integral en el manejo multidisciplinar del problema y con ello impacten positivamente en las estadísticas de morbi-mortalidad de la diabetes y los diferentes problemas de salud que enfrenta la población.
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