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Hipólito contreras.
Hoy en los casi once años del siglo XXI existe suficiente tecnología para dar el paso a la era de los biocombustibles y las energías alternativas, los sistemas existen, pueden ser caros pero ya están ahí.
El problema es otra vez el sistema, el modelo occidental que también se aplica en México, los poderosos intereses económicos impiden el uso masivo de los nuevos sistemas de energía que vendrían a frenar en gran medida el impacto en el medio ambiente el uso de los siste mas vigentes.
Por ejemplo, tiene como veinte años el inicio del auto eléctrico, las compañías lo desarrollaron tanto que los vehículos pueden desarrollar velocidades como los de gasolina, son autos silenciosos y no emiten emisiones contaminantes.
Los fuertes intereses impidieron que el auto eléctrico se masificara y se pusiera al alcance de la población, claro, su uso masivo habría llevado a una disminución de los autos a gasolina, eso no convenía a los grandes fabricantes y compañías armadoras. Los autos eléctricos fueron confinados o destruidos.
La energía solar es una fuente de energía inagotable y no tiene costo, lo que cuesta son los equipos. México tiene grandes zonas con abundante energía solar, Puebla tiene amplias regiones con energía solar casi todo el año, por ejemplo la Mixteca.
La tecnología para el desarrollo de la energía solar existe hace por lo menos quince años. En al Mixteca y en otras regiones existen grupos de productores que utilizan energía solar para cercados eléctricos y bombeo de agua.
Hoy muchas constructores de vivienda incluyen paneles solares sobre todo para calentadores, lo que representa importantes ahorros para las familias, por supuesto, ya existen empresas que se dedican a la fabricación de paneles solares, la mayoría son de importación.
Hoy existe suficiente tecnología en el mundo para que el transporte sea impulsado por fuentes alternas, que en los hogares todo se mueva o se ilumine con energía solar, si es una tecnología cara es porque no se impulsa para que se masifique y baje de precio, por ejemplo, los primeros celulares eran muy caros, hoy hasta en 300 pesos se consiguen.
Finalmente estas nuevas tecnologías tendrán que utilizarse en forma masiva, lo que sucede es que el sistema capitalista que domina el mundo espera que primero se agoten las reservas petroleras para aplicar la nuevas tecnologías, esto llevará por lo menos 30 o 40 años más, lapso en que se seguirá contaminando el medio ambiente con los sistemas tradicionales.
Estados Unidos, Alemania, India y Brasil son las naciones que han desarrollado tecnología en energías alternativas. En la India se siembran 300 mil hectáreas de jatrofa para la producción de biodiesel, en Estados Unidos cada año se producen 15 mil millones de galones de etanol a partir del maíz, en Brasil una tercera parte de su parque vehicular utiliza etanol a partir de la caña de azúcar, en Alemania el 11 por ciento de su energía es solar y eólica.
En México se dan los primeros pasos en el desarrollo de nuevas fuentes de energía, existe la tecnología, pero no se desarrolla, existen empresas que por ejemplo trabajan en energía solar, no se produce aún un solo litro de biodiesel o etanol a pesar de que se afirma que en Chiapas y Michoacán existen plantas.
En México ni siquiera se forman los técnicos y profesionistas dedicados a las energías alternativas, la universidades no tienen aún estas licenciaturas.
Tampoco el gobierno federal tiene en su política el impulso a las energías alternativas y la producción de biocombustibles, de materias primas como la jatrofa y la higuerilla, y muchos menos existe un marco jurídico para nuevas fuentes de energía.
Los optimistas afirman que en México tenemos petróleo para los próximos cincuenta años, sobre todo por los nuevos yacimientos descubiertos en la sonda de Campeche, para lo no tan optimistas este recurso se agotará antes de 15 años, es mejor creerles a estos últimos, los yacimientos se agotan, están a mayor profundidad por lo que resulta cada vez más costosa su extracción.
Es necesario que en los nuevos planes de desarrollo se dé prioridad al desarrollo e impulso a las energías alternativas: energía solar, energía eólica, biocombustibles, etc.
Es preciso no sólo porque el petróleo se agotará tarde o temprano, sino por el daño ambiental que se está generando por el uso intenso de los sistemas tradicionales basados en el petróleo.
La producción de biodiesel es importante en el país para depender cada vez menos de las gasolinas. Se tiene que impulsar una política en este sector, lo fundamental es la producción de la materia prima, la jatrofa y la higuerilla, después vendrán las plantas procesadoras y finalmente la comercialización o puntos de venta.
La producción del biodiesel será sin duda un generador e miles o millones de fuentes de empleo, se requieren de cientos de miles de hectáreas, se requieren técnicos, equipos, semilla, etc.
La jatrofa y la higuerilla son plantas muy nobles, muy resistentes a siniestros, no requieren grandes inversiones y son de rápido crecimiento.
En el Centro de Innovación Tecnológica de la Agricultura Tropical en Tehuitzingo, que dirige el ex rector de Chapingo, Alberto Jiménez Merino, existen parcelas demostrativas de jatrofa, es un esfuerzo enfocado a la producción de biodisel en el mediano y largo plazo.
Las energías alternativas y los biocombustible parecen lejanos, o quizá no, basta que se incluyan en las políticas de gobierno y se les dé el impulso necesario
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