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La muerte, la obscuridad, el amor y el sueño son algunos de los aspectos que se relacionan con la noche, es decir, con la etapa intermedia entre el ocaso y el amanecer, afirmó el Doctor Jacques Galinier, director de Investigación del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS), y docente en la Universidad de París X Nanterre, durante su conferencia magistral “La antropología de la noche: una nueva frontera de la disciplina”, en el Colegio de Antropología Social de la BUAP.
El reconocido etnólogo señaló que la luna es el referente nocturno por excelencia. “Sobre este satélite natural se han elaborado una serie de mitologías en todas las culturas del mundo, e incluso, en algunas es aún más importante que el sol, convirtiéndola en el punto focal de su cosmovisión.
Explicó que la noche se relaciona con la muerte, en particular con esa sensación de que en este periodo del tiempo disminuye la energía física del cuerpo. En este sentido las fases lunares también tienen que ver con la energía del ser humano, ya que la luna llena, por ejemplo, altera o pone nerviosas a algunas personas.
Quienes tienen en su cosmovisión la luna como principal objeto de adoración suele darle una gran importancia a los sueños y realizan pequeños rituales antes o después de dormir, como contarse las extremidades del cuerpo.
El Doctor Jacques Galinier sintetizó el fenómeno de la noche, utilizando tres figuras de la mitología griega: los dioses Hypnos, Eros y Tanatos, o bien el sueño, el amor y la muerte, que se encuentran presentes en casi todas las culturas del mundo, principalmente en las occidentales.
El investigador parisiense, quien desde la década de 1970 ha trabajado con otomíes, dictó así esta charla en la que docentes y estudiantes del Colegio de Antropología Social (CAS) de la Institución, no dejaron pasar la oportunidad de plantearle sus dudas y comentarios, sobre las investigaciones que realiza en las áreas de la antropología y etnología.
La comunidad universitaria decidió poner el nombre del Doctor Jacques Galinier a la Sala de Educación Continua del CAS y aprovechar su estancia para que el investigador develara la placa con su nombre, como una muestra de su agradecimiento por su visita a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y como un reconocimiento a su gran producción como investigador.
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