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- Categoría: UNIVERSITARIAS
Índice del artículo
-La BUAP, cuarta institución pública en impartir la carrera
-El programa destaca por sus tres áreas de profundización
Formar profesionales preocupados y comprometidos con la sociedad, que contribuyan a prevenir la delincuencia y la inseguridad, además de procurar el desarrollo de sociedades justas, dignas y más seguras son algunos de los objetivos de la Licenciatura en Criminología, una de las nuevas cinco opciones que ofrece la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
El programa educativo que a partir del ciclo escolar 2010-2011 se imparte en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, surge del interés por generar conocimiento para enfrentar el fenómeno delictivo, contribuir a su reducción, y sobre todo, impulsar la transformación de las comunidades para lograr la paz social.
De acuerdo con Luz Anyela Morales Quintero, Coordinadora de la Licenciatura en Criminología, el incremento de la inseguridad, la violencia, y por ende, el creciente número de delitos y la necesidad de contar con profesionales capaces de atender tales fenómenos, fueron algunos de los argumentos que impulsaron su creación.
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) reporta, por ejemplo, la existencia de un millón 720 mil delitos cada año en el país, mientras que en el estado de Puebla la cifra es de 59 mil. No obstante, el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (ICESI) advierte que de cada 100 delitos cometidos, sólo 22 se denuncian, de ahí que la incidencia se estime en cinco veces más ilícitos de los reportados ante la autoridad.
Una preocupación más es el hecho de la creciente participación de adolescentes y jóvenes en la comisión de delitos. En México, al menos 30 mil jóvenes son puestos a disposición de centros de internamiento cada año, y en Puebla la cifra es de 400 jóvenes.
Otro tópico de estudio para la Criminología es la problemática que enfrentan los internos en los centros penitenciarios. Desde las sanciones a las que son sujetos, las condiciones de hacinamiento que enfrentan o el hecho de que la mayoría provenga de estratos socioeconómicos bajo y medio bajo, son temas de estudio para esta disciplina.
De hecho, en la actualidad 220 mil personas están internas en los centros de reclusión, mientras que en Puebla el número es de 8 mil.
Para Morales Quintero el contexto anterior planteó la necesidad de crear esta licenciatura en la BUAP y convertirse así en la cuarta institución pública de educación superior que imparte dicho programa en el país.
En el sistema público de educación superior sólo las universidades Autonóma de Nuevo León, de Querétaro y de Tamaulipas ofrecen la licenciatura.
La Criminología, una ciencia
En los últimos años, la Criminología ha sido valorada como una ciencia integral que puede aportar al estudio del comportamiento delictivo, pero al mismo tiempo, a la prevención.
“Antes los psicólogos y los médicos se involucraban con la criminología en los estudios de posgrado, pues se le veía como una ciencia que se nutría de muchas otras, pero eso ya cambió. Hoy la criminología tiene un objeto de estudio propio y cuenta con metodologías e instrumentos para analizarlo, de ahí que se valore ahora como ciencia independiente que requiere de profesionales formados en el área”, argumentó Morales Quintero.
Durante la presentación de la licenciatura en septiembre pasado, Guillermo Nares Rodríguez, Director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, explicó al respecto que “este proyecto se fundamenta en una visión integral de la Criminología, que reconoce su especificidad científica e independiente, y que concibe el fenómeno delictivo como un problema individual y social de carácter multicausal”.
En aquella ocasión destacó que con base en una revisión seria del fenómeno delictivo y victimal en nuestro país, y en concordancia con el marco legal y lo dispuesto en los Planes Nacional y Estatal de Desarrollo, así como en las políticas públicas de la República Mexicana en materia de justicia y de seguridad, este nuevo programa educativo fue concebido con bases realistas fundamentadas, y consciente de sus oportunidades y desafíos.
El Doctor Nares Rodríguez refirió, además, que en el marco de la reciente reforma al artículo 20 constitucional en el que se establece que el proceso penal será acusatorio adversarial, es necesario formar expertos en el conocimiento del fenómeno delictivo, de la victimología, de los procesos de mediación, y en general, de la justicia de restauración, lo que significa áreas de oportunidad para la Criminología.
Las áreas de profundización
Para la Coordinadora de la licenciatura en Criminología se trata de un programa de estudios de alto nivel, adaptado a la realidad nacional y comprometido con la prevención de la delincuencia y el fomento de sociedades más seguras.
Morales Quintero abundó que el plan de estudios fue constituido con base en la realidad social actual, las políticas públicas nacionales y las tendencias académicas y profesionales de vanguardia nacionales e internacionales, además de ser revisado por expertos de la Universidad de Valencia, España, del Wheaton College, de Estados Unidos, de la Sociedad Mexicana de Criminología, y de la Universidad Pontifica de México, entre otros.
Un atractivo más de la licenciatura que se imparte en la BUAP, agregó, es que cuenta con tres áreas de profundización: estudio del comportamiento antisocial y delictivo, la victimología y los sistemas de control social.
En la primer área de especialización se elaboran perfiles delictivos, se analiza el por qué de este comportamiento y cómo evitar el desarrollo de estas conductas en edades tempranas. Aquí se enfatiza sobre los delitos contra la vida, como el homicidio, las lesiones e ilícitos contra la propiedad, como el robo. Además, se diseñan programas que buscan reducir la reincidencia delictiva.
En la victimología los sujetos pasivos del delito toman relevancia; se ocupa de atender las secuelas de la víctima y sus familiares, y tiene cabida la justicia restaurativa o la restauración del daño.
Fenómenos como la violencia familiar y delitos de tipo sexual son objeto de estudio y análisis en este rubro.
En los sistemas de control se analizan modelos policiales, sistemas de justicia contemporáneos y novedosos; se estudian fenómenos como impunidad, corrupción, delincuencia organizada, y se generan propuestas para aminorar la presencia de dichas problemáticas.
Finalmente, el nuevo programa académico, agregó, enfatiza en la investigación científica, al contar con subáreas curriculares como metodología, estadística e incluso, neurociencia, ésta última novedosa y poco frecuente en la Criminología, pero que cada vez más debe ser empleada en este tipo de estudios.
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