No recuerdo cuándo el escritor  peruano Mario  Vargas Llosa dijo aquella frase que en México funciona la dictadura  perfecta, pero creo que lo dijo cuando el  Partido Revolucionario  Institucional estaba por concluir su larga etapa  de 70 años de  gobernar al país.

Vargas  Llosa se refería a ese sistema presidencialista  en donde con supuestas elecciones  el partido en  el poder seguía en el poder. Un sistema presidencial que nació con Plutarco Elías   Calles en 1929 y se prolongó  hasta el año  2000, un partido, un grupo,  gobernó al país sin mayor problema, y sin mayor problema  entregó el poder a otro grupo. La dictadura perfecta, diría Vargas  Llosa.  El sistema funcionó, quizás como a ningún otro país.

Hoy el viejo partido regresa al poder, ¿ sigue teniendo  razón  Vargas  Llosa?  ¿ fue la dictadura perfecta la que hizo que el PRI  volviera? ¿ o fue  una real democracia, el libre sufragio  popular, la decisión del  pueblo lo que hizo posible el regreso del partido de Calles? ¿ qué  fue lo que pasó?

 

Por supuesto, son los analistas, los politólogos, los estudiosos de los procesos políticos, los que pueden analizar muy  bien el tema, un servidor  sólo ve lo general, la corteza del árbol, lo que se  ve por encima; lo que está en el centro, en las arterias, en las entrañas del poder, en los complejos hilos del poder  y la serie de conexiones complejas, algo así como el funcionamiento del cerebro humano, lo desconozco, los especialistas son  los que saben.

Lo que vieron los más de 49 millones de ciudadanos que acudieron  a las urnas el pasado  uno de julio fueron las boletas electorales  en las que se mostraban cuatro opciones  políticas  para presidente de  la  república, diputados federales y  Senadores, cada uno votó libremente por  la opción que mejor le pareció.

Tal parecía que como en todo  juego democrático  los ciudadanos eligieron con  su voto  al nuevo presidente de  México y a los nuevos  diputados federales y Senadores, parecía  un juego de fuerzas  políticas que dejaban en manos de los ciudadanos la decisión.

Pero ¿ así fue? ¿ este país avanza en sus procesos democráticos como los países  más avanzados? ¿ o seguimos hundidos en procesos que aparentan  ser democráticos? ¿ seguimos en manos de poderosos grupos que se reparten el poder? Mucho me  temo que sí.

¿Alguien me puede decir por qué el candidato del PRI no salió  de un proceso  democrático al interior del partido? ¿por què no las bases escogieron a 3 o a más figuras  políticas para someterlas a un proceso interno de elección? ¿ por qué desde hace dos años por lo menos el PRI ya  tenía candidato cuando apenas  se  había terminado la primera parte de la actual administración federal?. La elección presidencial  aún estaba lejana pero  ya se hablaba del inminente candidato presidencial del PRI, arropado por un  monopolio televisivo.

No, no es que esté mal que regrese el PRI, en  70 años de dictadura perfecta hizo cosas buenas, creó grandes  instituciones como el  Seguro Social  y el  INFONAVIT,  se apoyó al campo, se avanzó en la educación, se desarrolló infraestructura,  se creó el IFE, etc. Durante el largo periodo del PRI el país  vivió una etapa de estabilidad social y económica, salvo la última etapa en la que el país   fue afectado por  una grave crisis económica. De una forma  o de otra el PRI adquirió experiencia para gobernar.

Lo que se cuestiona es la forma en que regresa el viejo  partido. Habría sido maravilloso que se hubiera cubierto de gloria con  un proceso claro desde el interior del partido, con una gran elección constitucional, con  una lucha  limpia  y clara en  la que  los contendientes se sometieron a la voluntad popular.

Quizás,  es lo más seguro, con todo el proceso histórico que se tiene, con más de 200 años desde la búsqueda de la independencia,  con tantos  movimientos de luchas sociales como la revolución de 1910, con una sociedad muy informada y cambiante, el país  aún no está preparado para practicar una democracia real, los millones de  ciudadanos  aún aceptan este tipo  de juegos, de maniobras, de estrategias, de estilos, de formas de ganar poco limpias.

Está bien, regresó el PRI, era preferible su regreso a  soportar seis  años más a una derecha que  usó el gobierno para hacer  grandes negocios, empobrecer a 70  millones de mexicanos, y dejar  regados por todo el país a  miles de muertos por una guerra absurda que nadie aprobó. Sí, era preferible el regreso del viejo partido.

Lo que se sigue cuestionando es que quien gana no  fue  precisamente el político con un alto margen de preferencia, con un alto nivel de aceptación, no fue un personaje que atrajera multitudes, no fue un personaje carismático a pesar de su juventud. A los ciudadanos les dijeron que esos eran sus candidatos, nunc a les preguntaron  ni los consultaron para elegirlos, los candidatos fueron impuestos  por grupos de poder.

El candidato del PRI  no se la jugó por lo menos en un proceso interno  en el que saliera victorioso de sus propias bases, salió de un grupo  político, de un grupo  fuerte, quien dijo, “este es el candidato y punto”.

Cierto, quien fuera el candidato del  viejo partido, y el de las izquierdas, se convirtieron en  al refugio, en la esperanza de  pueblo agobiado por un gobierno  empresarial e incapaz,  un gobierno que hundió al país en la desigualad social, violencia, corrupción,  atraso y la dependencia del exterior.

Lo que se cuestiona es  que otra vez  la dictadura perfecta, o la democracia imperfecta, es la que sigue manejando  al país. De verdad ¿qué habría pasado en una sociedad más despierta y avanzada y en un juego realmente democrático? ¿habría ganado el  que ganó? ……