Marcela Jiménez Avendaño

¡Cuánto revuelo causó la encuesta de Reforma que colocó a Andrés Manuel López Obrador a tan solo 4 puntos del puntero Enrique Peña Nieto!

La explicación dada por diversos analistas al drástico cambio en la percepción de la opinión pública fue la movilización reciente de los jóvenes universitarios del país, su abierto y público rechazo a Peña Nieto y la mala estrategia de respuesta por parte de la campaña peñista, ah y faltó, los superpoderes ultraterrenales de AMLOVE que de la noche a la mañana casi dobló su puntaje.

Yo en lo personal tengo mi propia teoría y se la comparto: Desde hace varios meses vengo sosteniendo que Andrés Manuel y Josefina no estaban tan abajo como parecía, al respecto, todo el mundo me argumentaba que tantas encuestas no podían estar equivocadas, sin embargo así es si consideramos por principio que los jóvenes siempre mienten al hacer una encuesta, que existía un porcentaje importante de la población quienes sentían pena de decir estaban con López Obrador y que el voto indeciso no está ni estará con el PRI en tanto no cambie de fondo, y hasta el día de hoy no es el caso.

Con todo lo anterior quiero decir, que el crecimiento de AMLOVE no es reciente, ya estaba, que el antipeñismo y proamloismo de los jóvenes ya se sentía, y yo que ando en campaña, tocando casa por casa y conociendo de viva voz el sentir de la gente, puedo asegurarles sin temor a equivocarme que los mexicanos están hartos de los políticos y los partidos; que están buscando desesperadamente de que asirse ante la desesperanza de mejorar su calidad de vida y la de sus familias; que anhelan un México mejor y están dispuestos a arriesgarse votando diferente a como han hecho; que el único que maneja un discurso acorde a su enojo, frustración y deseo de cambio es justo Andrés Manuel.

 

Sin duda, la caída de Josefina Vázquez Mota también ha ayudado mucho, ese voto switcher jamás se irá con Enrique Peña, el votante que pierde Chepina se va con López Obrador. Ya pasó en las elecciones del 2000, Vicente Fox se despegó de forma increíble de Francisco Labastida cuando Cuauhtémoc Cárdenas y el PRD se desfondaron.

Ahora bien, analicemos el posible comportamiento de nuestro vecino, los Estados Unidos, y de los intereses ahí asentados. Muchos piensan que en el 2006 AMLOVE no fue palomeado por estos grupos y por tanto perdió, yo creo que en ese tiempo su mayor preocupación era la brutal caída del PRI y el consecuente debilitamiento de ese partido en el Congreso de la Unión, por lo que no existiría un fuerte contrapeso al Ejecutivo y sus posibles excesos. Hoy el escenario es completamente diferente, de ganar López Obrador, el PRI se mantendría en primer lugar en ambas Cámaras, el PAN también tendría fuerte presencia y los legisladores del PRD que arriben no serán del todo amloístas.

Como puede verse, ante los ojos de Estados Unidos, la cosa no es tan caótica de llegar López Obrador, en cambio si lo sería, por la misma razón de llegar Peña con un Congreso completamente a modo.  Dejemos en claro que los tres punteros a la Presidencia son increíblemente autoritarios y conservadores, que tienen fuerte tendencia a despreciar la separación de Poderes y el Federalismo, por tanto requieren un Congreso que les ponga frenos, de ahí la necesidad de provocar en la población analicen su voto, invitarlos a definirse más por las personas y menos por los partidos, que busquen a los mejores diputados y senadores, el país no está para menos.

Pero en tanto seguimos viendo los juegos de las encuestadoras…….nos leemos la próxima semana….