- Sábado, 28 Mayo 2011 07:42
“Después de haber declarado públicamente sus aspiraciones de convertirse en candidato del PAN a la Presidencia de la República, el Secretario de Hacienda y Crédito Público Ernesto Cordero Arroyo, ha perdido el carácter de interlocutor ante el Congreso de la Unión en el proceso de aprobación de reformas al paquete fiscal”, afirmó el Diputado Federal y Presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, Juan Carlos Lastiri Quirós.
Reiteró que, si el funcionario federal quiere seguir haciendo proselitismo político a su favor, entonces debe renunciar al cargo toda vez que queda demostrado que se ha valido de los recursos públicos asignados a la secretaría que representa para promover su imagen, dejando en segundo término los deberes constitucionales a los que se comprometió, afectando de esta forma a millones de familias mexicanas.
Juan Carlos Lastiri Quirós agregó que la cargada de pronunciamientos públicos que personajes de la vida política nacional han expresado en apoyo a Ernesto Cordero, confirma que el fallido Secretario de Hacienda es el candidato oficial del Presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa.
A ese respecto, dijo que la decisión presidencial contradice la declaración hecha en el discurso pronunciado por ejecutivo de la nación en el acto cívico de la batalla de Puebla cuando expresó que “primero es la patria y después el partido”, ya que el actuar del Presidente demuestra una actitud diametralmente opuesta a sus palabras.
Por otra parte, el dirigente priista manifestó que el Gobernador del Estado de Puebla puede ejercer sus derechos políticos, pero está impedido constitucional y éticamente para utilizar recursos públicos a favor de algún candidato, por lo que fue instado a conducirse con apego estricto a la Ley.
Para concluir, Juan Carlos Lastiri Quirós dijo que todos los funcionarios federales del gabinete de Felipe Calderón deben centrar su atención en la aplicación de políticas públicas orientadas a resolver los graves problemas que aquejan a millones de mexicanos, en lugar de utilizar la estructura y recursos públicos para promocionar desesperadamente su imagen.