- Viernes, 08 Abril 2011 03:48
El día de hoy llegaron al Distrito Federal más de tres mil productores de leche de diferentes partes del país, se reunieron con representantes de la SAGARPA, Economía, Hacienda, Salud y Gobernación, a quienes plantearon la necesidad imperiosa de incremento de un peso al litro de leche, tanto de parte de la empresa LICONSA como de la industria lechera nacional, y se manifestaron a favor de que el gobierno federal impida la comercialización de fórmulas lácteas, por ser un riesgo a la salud y un fraude a los consumidores.
Álvaro González Muñoz, Presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, informó que de acuerdo con lo programado, las manifestaciones se iniciaron en Aguascalientes y en Jalisco, a pesar de que han recibido hostigamiento por parte de esquiroles enviados por algunas industrias que consideran excesivo un aumento de un peso por litro.
Otra de las demandas que planteamos, indicó, es que se trabaje en el ordenamiento del mercado de la leche. Hoy los consumidores no saben realmente si lo que toman es leche, de si es un producto original de leche o de un producto adulterado. Y esto ocurre con el consentimiento de las autoridades federales y estatales.
En la medida en que se dé este ordenamiento, puntualizó, se evitará el consumo de productos que tienen toda la intención de confundir, engañar y defraudar a los consumidores. De lograr esto, la industria requeriría la leche de los productores mexicanos y no se permitiría meter o importar productos adulterados, que ponen en riesgo la salud de los consumidores.
Lo que estamos pidiendo, dijo, es que se reconozca a los productores el costo del litro de leche, que en la actualidad supera 5.60 pesos, de manera que estamos pidiendo, cuando menos, un peso por litro, para alcanzar un promedio de 6 pesos.
Destacó que actualmente la industria tiene márgenes de ganancia del 30 por ciento cuando menos. En leche se da el caso de que es el producto que tiene un valor agregado mínimo. En estas condiciones, no habría la necesidad de subir el precio al consumidor. Con esta estrategia, apuntó,, si verdaderamente meten en cintura a la industria, que abusa tanto de las autoridades como de los productores, podríamos tener una ganadería en pleno desarrollo y hasta pensar que podríamos lograr la autosuficiencia en materia lechera e incluso en la posibilidad de exportar excedentes.
Expuso que la industria que compra la leche a los productores lo hace a precios relativamente bajos, en virtud de que es el producto cuyo valor agregado es mínimo, pero cuando la transforma en derivados lácteos, aumenta notablemente su valor --esto porque los yogures y quesos dejan mayores ganancias—pero sólo hablando de la leche en sí misma, los industriales tienen un 30 por ciento de utilidad.
Lo que esperamos de esta manifestación nacional, añadió, es que el gobierno se sensibilice, utilice las herramientas jurídicas y administrativas que estén a su alcance y para obligar a la industria a que pague lo justo por cada litro de leche que adquiere. Esta sensibilidad también debe llegar a las autoridades de instituciones para que reciban la encomienda de vigilar estrictamente la calidad y origen de los productos que se comercializan públicamente.
Esto, agregó, porque es un juego perverso en el que solamente ganan dinero unos pocos, y explotan a la mayor parte de los productores de leche, que son los pequeños y medianos. Por un lado están destruyendo la actividad lechera y por otro no resultan beneficiados los consumidores.