Exhorta a la Secretaría de la Reforma Agraria elaborar Planes de Desarrollo ejidal y comunal

México, D.F. El coordinador del Sector Agrario del PRI en la Cámara baja, Alberto Jiménez Merino, enfatizó que para evitar el vacío jurídico que excluye y margina  a ejidos y comunidades es necesario elaborar Planes de Desarrollo ejidal con el objetivo de mejorar su productividad y procurar el desarrollo sustentable.

Señaló que uno de los problemas se encuentra en el 70 por ciento de los núcleos agrarios (más de 22,000 ejidos y comunidades), donde los jóvenes ya no se integran a las actividades del campo lo cual nos lleva a una desvinculación generacional que pone en riesgo la continuidad de las figuras agrarias. De igual forma, ante la falta de apoyos y alternativas, la migración de la población rural se ha incrementado de manera preocupante.

La falta de un Plan o Proyecto para fomentar el desarrollo de los 3 millones 100 mil sujetos agrarios, quienes poseen 103 millones de hectáreas y representan el 53% del territorio nacional, dijo, imposibilita la implementación de acciones que favorezcan e impulsen el crecimiento y desarrollo de estos. Además hay un desconocimiento de los recursos naturales existentes, así como de las potencialidades de los propios núcleos agrarios.

De lo anterior, cabe destacar que los ámbitos federal, estatal y municipal como órdenes de gobierno no incluyen en los procesos de planeación a sus principales sujetos: los ejidos y las comunidades. Pero puede apoyarlos con capacitación, planes ejidales y comunales, que serían verdaderos instrumentos de concertación entre los ejidos y las comunidades con los distintos órdenes de gobierno.

Por ello, exhorta a la Secretaría de la Reforma Agraria para que en coordinación con las dependencias gubernamentales e Instituciones educativas elaboren los Planes de Desarrollo Ejidal y Comunal de los núcleos agrarios existentes en el país.

La propuesta aprobada por la Comisión de la Reforma Agraria, surge de la necesidad de contar con herramientas que faciliten la producción agropecuaria de los núcleos agrarios, para que en el mediano y largo plazo, las familias que habitan en estos tipos de propiedad puedan mejorar su calidad de vida, mediante un incremento sustantivo de sus ingresos, puntualizó.