El diputado local electo Enrique Doger Guerrero, se deslindó de la campaña de desprestigio emprendida por un medio de comunicación en contra del rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez, que le atribuye encontrarse involucrado en acciones de enriquecimiento ilícito y la investigación de la Agencia Antinarcóticos de los Estados Unidos conocida como DEA, y acusarlo de financiar económicamente a los candidatos del PRI en la pasada elección.

 


En conferencia de prensa mencionó: “entiendo y ha quedado claro, que el reportaje publicado por el portal de noticias “Acento 21” se refiere al señor Enrique Agüera en su calidad de ciudadano y no a la Benemérita Universidad Autónoma, toda vez que cuando se señala la palabra “rector de la universidad” se refiere al cargo que ostenta el señor Agüera, lo cual no involucra a la Universidad en su conjunto. Algo similar a lo ocurrido en el escándalo Lidia Cacho: el problema fue del C. Mario Marín, no del Gobierno del Estado Libre y Soberano de Puebla”

“No ha habido una “ruptura” entre el señor Agüera y un servidor, porque simple y sencillamente no se puede romper algo que no existe. Entre Enrique Agüera y Enrique Doger, en el ámbito universitario, sólo existió una relación laboral la cual terminó hacer más de 6 años”

“Como ustedes saben, Enrique Agüera fue mi colaborador durante mucho tiempo como vicerrector de docencia y después como secretario general entre el 2001 y el 2004 esto durante mi 2da. gestión como rector, y si por “ruptura” algunos entienden la culminación de un período de trabajo, efectivamente, ésta se produjo en el 2004 y al solicitar licencia ante el H. Consejo Universitario para separarme del cargo y el Sr. Agüera fuera electo como rector para concluir la gestión rectoral en octubre del 2005”

“Sin embargo, mantuve una relación de respeto tanto con la institución como con sus autoridades en el 2004 y en mi gestión como Presidente Municipal de la capital entre el 2005 y el 2008.  Respeto que hasta el día de hoy mantengo, a 6 años y 3 meses que dejé la Rectoría de la Universidad”

“Al parecer la “molestia” del Sr. Agüera surgió a partir de un reportaje publicado en un portal de noticias de internet llamado Acento 21, en las fechas del 2,16,17 y 20 de agosto del presente año en el cual se hace mención de ciertas propiedades y negocios que “se presume” son del Dr. Agüera.  Sobra decir, que dichas propiedades suman cifras multimillonarias, lo cual, aunado a unos viajes al extranjero realizados en jet privados y otras serie de excentricidades, levantaron la sospecha de una posible riqueza inexplicable por parte del Sr. Enrique Agüera, además de involucrarlo en supuestas investigaciones de la Agencia Antinarcóticos de los Estados Unidos conocida como DEA, y acusarlo de financiar económicamente a los candidatos del PRI en la pasada elección, señalamientos fuertes, siempre en el mencionado Portal Acento 21”

“Todo esto, repito, es parte de una investigación periodística, y no conjeturas ni mucho menos afirmaciones mías”

“En este contexto, algunos medios de comunicación tuvieron la absurda idea de señalar que un servidor, Enrique Doger, se encontraba detrás de dicha página de internet. Nada más falso y descabellado que lo anterior”

Quiero recordarle al Sr. Agüera, que quien me presentó y recomendó para incorporarse a mi equipo de trabajo a Chávez Estudillo (hace más de 10 años) fue justamente el, ya que el Sr. Chávez era en ese entonces cercano colaborador del Sr. Agüera en la Facultad de Administración de la BUAP. ¿Cómo es posible que ahora diga que lo amenazó, alguien que en su momento fue “de todas sus confianzas”?.

Por lo tanto, niego categóricamente que lo que dolosamente se me atribuye de enviar un mensaje a través de un tercero al Sr. Enrique Agüera, situación francamente infantil y lejana al quehacer universitario.

Y justamente ahora quiero aprovechar para decirle con claridad al Sr. Agüera que no se confunda, ni confunda a los universitarios ni a la sociedad civil: que la Universidad no es propiedad ni patrimonio del Sr. Agüera, ni de ninguna persona en particular, que la BUAP es una institución de todos los poblanos, que cumple un mandato de los universitarios como funcionario universitario y que concluye en octubre del 2013. Y que la máxima autoridad en la universidad no es el rector sino el Consejo Universitario.

Por tanto es inútil y costoso alarmar a la comunidad universitaria con el pretexto de un “ataque” o “deslealtades” que sólo existe en el nerviosismo y en las emociones del Sr. Agüera.


Enrique Doger Guerrero