EL LIDER DE LA UCD UBICA A LOS GRUPOS DENTRO DE UN JUEGO PERVERSO DE INTERESES.

Quienes militan en la verdadera izquierda, no creen en la alternancia del poder, porque la experiencia de Vicente Fox y la reciente de Felipe Calderón, la ubican como la llegada de empresarios al gobierno federal con los beneficios político y económicos que de ello se deriva, aseveró en rueda de prensa, el dirigente de la Unión Campesina Democrática y simpatizante del Partido del Trabajo, Mario Veles Merino.

Por ello, continuó, el proyecto de una alianza para llevar a cabo un cambio de gobierno en distintos estados, es mero discurso y una estrategia en la que están en juego intereses de grupo y de partidos, entre ellos el PRD que en Puebla esta fracturado porque se manejan intereses  muy marcados que demeritan el avance de la democracia.


En el PRD se pueden identificar tres facciones que obedecen a intereses distintos, por ello unos rechazan la alianza con el PAN como Rodolfo Huerta Espinosa, la diputada Irma Ramos y Jesús Morales Manzo quienes están al servicio del aspirante del PRI a la gubernatura, Javier López Zavala y rompieron con el operador de la expresión Nueva Izquierda en Puebla, Luis Miguel Barbosa.

Un segundo grupo respalda al pre candidato del PAN, Rafael Moreno Valle Rosas y en él se encuentran el dirigente estatal del sol azteca, Miguel Ángel de la Rosa Esparza. El tercer grupo lo representan, Jorge Méndez Espínola, Rosa María Avilés y Rosa Márquez Cabrera quienes obedecen indicaciones del aspirante priista, Enrique Doger Guerrero.

Veles Merino, habló de la posición del Partido del Trabajo que impulsaría a Armando Echeverry a la gubernatura dentro de la corriente real de la izquierda, sin simulaciones o acuerdos a tras mano la cual podría hacer contrapeso a la derecha representada por el grupo empresarial que respalda al panista Rafael Moreno Valle Rosas.

Mario Veles opinó en el sentido de que la única solución  para lograr un cambio democrático sin alternancias ficticias, es la insurrección pacífica no violenta que defienda el estado de derecho y las demandas ciudadanas en un movimiento con la participación de las clases más dañadas por la crisis y la inseguridad.