El próximo gobierno, gane quien gane, deberá tener un capítulo especial para el campo

Hipólito Contreras

Por lo menos hasta  hoy no se ven señales de que este  2012  vaya  a ser un buen año  para el campo nacional desde el punto de vista climático, por el contrario, se observa que el comportamiento del clima sigue  como en años anteriores.

La Confederación Nacional  Campesina registra sequía en  20 estados del  país, entre ellos Puebla, lo que quiere decir que más de la mitad del territorio nacional se encuentra afectado por ese fenómeno y que  hoy se puede llamar atípico.

México enfrenta  ya desde hace  varios años  los efectos del cambio climático en forma continua, lo que ha venido  generando un desplome de la producción de granos y alimentos y con ello  el incremento de las  importaciones.

Esta situación cíclica que se  vive en México y   de hecho en todo el mundo,  puede llevarnos  a lo que  hoy  no imaginamos  nos  suceda en  los próximos años, es decir, a una aguda escasez de alimentos.

 

Si  los fenómenos atípicos se siguen  presentando  va  llegar el momento en que la escasez de alimentos en  México  no se va a poder resolver con importaciones porque sencillamente  las naciones  productoras con los mismos problemas cerrarán  sus puertas a  las exportaciones, será entonces cuando  inicie la  cuenta regresiva.

No, no se trata de que pueda darse ese riesgo, ya está,  ya  tenemos   la realidad encima, los efectos del llamado cambio climático  ya lo estamos enfrentando de manera gradual.

No se trata de  imaginar cosas que aún  no existen, sin embargo, las  señales son claras, evidentes, no son casualidades,  no son fenómenos que se presentan en forma normal, como se podría decir de una  prolongada sequía de los años  40  o  50, o antes, se  trata de un cambio climático que se repite  año con año en   México  y el mundo.

Todo es gradual, todo es un proceso que  va generando  los efectos en  el clima y en  la producción.  Si este proceso  sigue como es evidente, en los próximos  diez o veinte años, la situación será más complicada  en materia alimentaria.

Hoy  vemos  lo que puede provocar en el país,   una sequía en más de  20 estados, el desplome consecutivo de  la producción,  si el año cierra con pérdidas para  los productores, se tendrá que echar mano de más  importaciones, sin embargo, no siempre habrá  disponibilidad de alimentos en el exterior,  la llave se  irá cerrando poco a poco.

El siguiente gobierno  sea quien gane  la elección de julio deberá, si se precia de ser buen gobierno, deberá tener un capítulo especial para el campo, deberá desarrollar una política acorde a las necesidades  del sector, acorde a la emergencia que se vive, acorde a la demanda de alimentos, acorde a  la imperiosa necesidad de proteger  la biodiversidad, el agua, el suelo, los bosques, el aire.

Si más de veinte estados tienen problemas de sequía, la situación no es para menos, es grave.

La solución no está que el  Congreso  federal haya aprobado un  presupuesto de  15 mil millones de pesos para atender a los productores  del país, el  gobierno  no podrá estar indemnizando  cada  año y cada vez mayor superficie, la solución de fondo es otra, no está en indemnizar al campo, sino  en contrarrestar el cambio climático. Como  me decía  un  conocer del tema, no se trata  de corregir  el problema porque llevará muchos  años, sino de frenar los daños, ya con eso  se habrá avanzado.