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Hipólito Contreras
La agricultura del estado es en un 85 por ciento de temporal, sólo un 15 por ciento tiene le beneficio del riego. El distrito más importante es el de Tecamachalco en donde aún la presa de Valsequillo riega 19 mil hectáreas, pero además en la zona existen más de 500 pozos de riego, principalmente para hortalizas cuya producción en buena parte se va a la capital del país, otra parte a Estados Unidos.
Como sabemos, la cuenca de Tecamachalco está vedada desde hace más de 40 años, esto quiere decir que no se puede autorizar un solo permiso de nuevos pozos de riego, se autorizan sólo reposiciones para los que se van abatiendo y que cada día son más. Este es una acuífero sobre explotado.
Una de las causas de que el acuífero esté en esa situación es el enorme desperdicio de agua en la agricultura, la mayor parte de los pozos no están tecnificados, se sigue usando el sistema de agua rodada o inundación, lo que representa filtración y evaporación de grandes cantidades de agua, esto a su vez genera desperdicio y altos costos de la energía eléctrica, y pérdida para los productores.
El gobierno federal y estatal han dado pocos pasos en la tecnificación de las unidades de riego, Comisión Federal de Electricidad sólo aplica las altas tarifas, lo subsidios han ido desapareciendo, la producción se hace poco rentable. A esto se suman los problemas en la comercialización, el coyotaje o intermediarismo, como en los viejos tiempos.
El gobierno federal lleva por lo menos 20 años aplicando el programa de tecnificación de los sistemas de riego, es poco lo que ha hecho, son pocos los pozos tecnificados, los productores gastan muchos en energía eléctrica y desperdician más del 70 por ciento del agua.
Para colmo de males, el gobierno federal y estatal autorizaron la construcción de una planta cementera en plena zona productora, la planta para sus procesos gasta grandes cantidades de agua a pesar de que se comprometió tratar y utilizar aguas tratadas.
Estas son las causas de que el acuífero de Tecamachalco se encuentre en situación crítica, se le extrae más agua que la que ingresa, existe un desequilibrio.
De acuerdo a estudios de Conagua en el 2009, al acuífero se le extraen anualmente 225 millones 471 mil metros cúbicos de agua, sin embargo la recarga por lluvia es de sólo 157 millones 10 mil metros cúbicos, el déficit en ese año fue de 68 millones 371 mil metros cúbicos, en el presente año es de 72 millones de metros cúbicos, la cantidad es mayor cada año.
Plantean los expertos que es preciso que se llegue a un equilibrio entre lo que se extrae y lo que ingresa al acuífero, de lo contrario el déficit seguirá creciendo, pero sobre todo se pondrá en riesgo son sólo la agricultura de la región sino la vida de la población de los 29 municipios de la importante región.
Para lograr el equilibrio es preciso poner en marcha un proyecto integral, en el que no sólo se contemple la tecnificación de los sistemas de riego, como el sistema de goteo, presurizado, entre otros, sino, reforestar la zona y desarrollar una serie de obras de retención de agua, aplicar la cosecha de lluvia, entre otras acciones que lleven a la recarga del acuífero.
Aquí es donde se requiere que el gobierno federal y estatal le inviertan, de nada sirve gastar miles de millones de pesos en obras suntuarias e innecesarias, tirar muchos cientos de millones de pesos en una celebración de un acontecimiento histórico, mientras una enorme zona agrícola se ve amenazada, mientras una cuenca hidrológica se abate, mientras miles de productores emigran.
Los puentes, el concreto hidráulico para avenidas, los puentes a desnivel pueden esperar, no son urgentes, sólo estimulan el crecimiento de la ciudad, el uso del automóvil, más ruido y contaminación, los habitantes no van a ser más felices con esa obras, todo lo contrario.
Se necesita producción, alimentos, autosuficiencia alimentaria, el campo requiere fuerte inversiones, es urgente retener mano de obra, es urgente conservar el suelo y el agua, esto es mucho más urgente que construir puentes.
El acuífero de Tecamachalco está en riesgo desde hace muchos años, se requiere un plan integral para su rescate, es preciso parar el derroche de agua, se tiene que llegar a un equilibrio entre lo que se le extrae y lo que ingresa de agua. El gobierno federal y estatal deben de mirar a este importante acuífero, el agua no es sólo para ésta sino para las siguientes generaciones.
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