stephan-frederick-hesselPor René Meza Cabrera

Stéphane Fréderic Hessel, quienes con sus últimas publicaciones como ¡Indigna  os! Y ¡ Comprometeos! Causó un gran impacto entre la juventud de Francia y España, logrando  que más de 1.5 millones de personas adquieran estos libros, habrá de cumplir el próximo 20 de  octubre 94 años de edad, por lo que vayan estas líneas como  un  homenaje a este extraordinario personaje.

 

Diplomático, escritor y militante político francés, Hesssel, de origen judío, nace en Berlín, Alemania en 1917. Posteriormente, en 1937, es naturalizado francés. Dos años después, en 1939, ingresa en  Francia a la  Escuela Normal  Superior,  pero la  Segunda Guerra Mundial interrumpió sus estudios. En 1941, se incorpora a la Francia  libres del general De Gaulle, en Londres, Inglaterra, trabajando en la Oficina de Contraespionaje, Información y Acción y Acción. En marzo de 1944, desembarca clandestinamente en Francia, con la misión de entrar en contacto con las diferentes redes parisinas y coadyuvar a la  preparación  del desembarco  aliado, pero el 10 de julio d ese mismo año, es delatado y detenido por la Gestapo, la cual, después de interrogarle y someterle a diversas torturas, decide enviarlo al campo de concentración de Buchenwald, Alemania. Cuando estaba a punto de ser ahorcado, logra cambiara su identidad por la de un francés ya fallecido por tifus, que había conocido allí en su cautiverio de profesión fresador, por lo que es enviado al campo de Rottleberode, cercano a una fábrica de trenes de aterrizaje. Allí, logra escapar, pero es recapturado. De inmediato es asignado al campo de presos de Dora-Mittelbau y ubicado en el batalón disciplinario del mismo, de donde logra escaparse definitivamente y  va al encuentro del ejército aliado.

En 1946, ingresa como diplomático, al Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, incorporándose a las naciones Unidas, donde en su calidad de secretario de gabinete de Henry Laugier, quien era secretario adjunto de la ONU, se incorpora a la comisión que habrá de  elaborar  la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada el 10 de diciembre de 1948.

Durante la guerra de  Argelia, participó activamente a  favor de su independencia. En 1977, fue embajador de Francia ante las naciones Unidas en  Ginevra, Suiza. En 1995, se afilió al Partido Socialista Francés. En el 2009, junto con otras personalidades francesas, apoyó las listas de dicho partido para las elecciones europeas de ese año, con “la esperanza de ver surgir una izquierda impertinente con peso”, logrando un 16.28 % de los votos y 13 eurodiputados.

En el 2002 y cinco veces más hasta el 2009, visitó Palestina, la franja de gaza Cisjordania, calificándola como “una prisión a cielo abierto para un millón de palestinos”. Así  mismo, condenó abiertamente la guerra contra Irak.

Stéphane Hessel, Gran Oficial de la Legión de Honor; poseedor de la Orden de Mérito (Francia); del Premio Norte-Sur y del Premio UNESCO/Bilbao para una Cultura de los derechos Humanos, en sus libro ¡Indignaos!. Un Alegato Contra la Indiferencia y a Favor de la Insurrección Pacífica, afirma que “ Estoy convencido de que  el porvenir pertenece a la no violencia, a la conciliación de las diferentes culturas… hay que comprender que la violencia da la espalda a la esperanza. Hay que dotar a la esperanza de confianza, la confianza en la no violencia”. A las nuevas generaciones les dice: “ tomen el relevo, ¡Indignaos!. Los responsables políticos, económicos, intelectuales y el conjunto de la sociedad no pueden claudicar ni dejarse impresionar por la dictadura actual de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia”.

En el libro ¡Comprometeos! Escrito a Giles Vanderpooten, publicado en marzo de 2011, en Francia, se refiere a  una entrevista entre Heseel, de 93 años y Vanderpooten, de 25  años, sobre los derechos humanos, la lucha contra la desigualdad y la ecología. Allí, Hessel muestra   su preocupación por  la enorme diferencia entre las fuerzas política y los  jóvenes, así como la degradación del planeta y el medio ambiente como uno de los mayores desafíos para la movilización de las nuevas generaciones.

Como dice el también escritor, humanista español, José Luis Sampedro Saénz, en su prólogo a dicho  libro. “¡Indignaos!, les dice Hessel a los jóvenes, porque la indignación nace de la voluntad de compromiso con la historia… Debemos resistirnos a que la  carrera por el dinero domine nuestras vidas… ¡ Indignaos! Sin violencia.