Hipólito  Contreras

La Confederación Nacional Campesina (CNC) alertó a los consumidores de leche a no adquirir productos de imitación más baratas, ya que son formulas lácteas con menor cantidad de proteína.

El diputado Gerardo Sánchez García, presidente de la CNC, informó que desde la apertura comercial con Estados Unidos, las importaciones de productos lácteos se han incrementado;  en el 2010 México pagó 800 millones de dólares por la importación de dichos productos pero que vienen con un costo por debajo del de producción, compitiendo deslealmente con el ganadero mexicano.

Para junio de este año el valor de las importaciones de lácteos en nuestro país fue de 9 mil 783 millones de pesos.
Agregó que es de suma importancia que el mercado de lácteos este perfectamente regulado y que el consumidor tenga la certeza de qué adquiere en realidad y no le den “gato por liebre”, por lo que urgió al gobierno federal a establecer normas que regulen las condiciones de mercado.

Destacó que están en crisis 200 mil productores de leche y que urge apoyarlos con la compra del líquido al igual que se hace en Estados Unidos y la Unión Europea, en lugar de más importaciones.

Demandó que la Secretaría de Economía se comprometa a diferenciar claramente en los envases qué es un producto puro a otro que no lo es, como se hace en otros países.

El legislador federal por el estado de Guanajuato recordó que uno de los compromisos que se establecieron en la ratificación del Tratado de Libre Comercio entre México y Colombia fue que debido a las condiciones de mercado que existen entre otros países con los que México tiene firmados acuerdos comerciales, es imprescindible que la Secretaría de Economía, emita, actualice y supervise la normatividad en el sector lácteo para evitar prácticas desleales, “situación que hasta hoy no se ha cumplido”, puntualizó.

Gerardo Sánchez García urgió al gobierno de Felipe Calderón a que regule estas normas porque el mercado, “no tiene por qué ser anárquico, ni generar competencia desleal; tampoco deben quedar espacios confusos en la normalización ya que esto afecta también el ejercicio de verificación por parte de la PROFECO, porque al no contar con normas suficientemente claras, promueven la aparición de marcas que usan el término leche o imágenes relacionadas con vacas, líquido lácteo o mensajes que confunden al consumidor y le hacen creer que es cien por ciento leche lo que compran. El mercado debe ser institucionalizado con normas que le faciliten su regulación”, concluyó.