desasolve-cunetasChiconcuautla, Pue.- Habitantes de varias comunidades  solicitaron a las autoridades correspondientes  desazolvar   la vía  que comunica  Amola- Ixtaczoquitla, pues desde hace varios días  se encuentran obstruidos con lodo   unos 50 metros de cunetas, en donde en algunos tramos el concreto hidráulico se ha levantado hasta  en 80 centímetros de la superficie.

 

“El agua buscó una salida y su fuerza rascó de manera descomunal el concreto, hasta levantarlo casi un metro, fracturándolo y convirtiendo en intransitable un área de unos 200 metros cuadrados”, dijo uno de los habitantes de la comunidad de Ixtaczoquitla. En la vía que atraviesa una cañada del Zempoaltepetl  y que sería el camino más corto para comunicar a Chiconcuautla –el octavo municipio más pobre del país- con Huauchinango, aún se observan  los montones de piedras y lodo que bajaron con el deslave provocado por las lluvias que han caído en la región, sin que las autoridades municipales se preocupen por darle mantenimiento.

Cabe señalar que los dos kilómetros del  camino que enlaza  Amola a Ixtaczoquitla fueron financiados con recursos del Programa de Infraestructura Básica para los Pueblos Indígenas (PIBAI), el gobierno del estado y municipales durante la gestión del ex alcalde Marcelo Martínez Roldán y aunque fueron terminados en diciembre de 2009, pero fueron inaugurados el 10 de mayo de 2010.

La principal vía de comunicación para miles de habitantes de la región es una obra que debía haber sido ejecutada por la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado, pero ante su negativa para hacerla el entonces presidente municipal gestionó los recursos a través de PIBAI y obtuvo un financiamiento de 5 millones 403 mil pesos; más de 3 millones 800 mil de recursos estatales y el municipio destinó casi 2 millones 500 mil; es decir 11 millones 700 mil  pesos para la construcción.

Pese a la importancia de la obra, las autoridades actuales hasta el momento no han brindado el mantenimiento necesario. Ante ello, los habitantes urgieron a que trabajar en la obra, de lo contrario continuara obstruyéndose, representando un peligro para las propias comunidades, como para los transportistas.

A  15 meses de inaugurada  la costosa vía, parece estar condenada a su destrucción pues en lugar de que el municipio destine recursos para su reparación, mantenimiento y desazolve, son los mismos usuarios quienes han colocado pedazos del mismo concreto en uno de los carriles, para poder seguirla transitando, aún a riesgo de que en cualquier momento se produzca un desgajamiento por el reblandecimiento del terreno.