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- Categoría: MUNICIPIO
*El 39.2% de mujeres se dedican de forma exclusiva al trabajo doméstico; los hombres apenas el 7.7%.
En la búsqueda de lograr un mayor reconocimiento y valoración a este trabajo, se declara el 22 de julio como Día Internacional del Trabajo Doméstico, que se promulgó durante el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe realizado en Lima, Perú (1983).
Pero en el estado de Puebla aún se aprecian los roles sociales que tradicionalmente han sido asignados a mujeres y hombres: ellas como amas de casa; ellos como proveedores, así lo muestran datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2007, pues en el estado casi 80% de los hombres hacen trabajo extradoméstico, en forma exclusiva o en combinación con actividades no económicas, a diferencia de las mujeres, entre quienes las que se dedican a las mismas actividades ascienden a 45.5 por ciento.
Aunque el porcentaje es menor que el de los hombres, para ellas es el más representativo, pues las mujeres que en forma exclusiva se dedican al trabajo doméstico no remunerado ascienden a 39.2%, porcentaje que entre los hombres es de apenas 7.7.
Uno de los indicadores que sirve para medir las desigualdades entre mujeres y hombres, es la tasa de participación en el trabajo doméstico no remunerado. De acuerdo con la información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2007, casi todas las mujeres casadas del estado de Puebla participan en actividades domésticas, ya sea que sólo se dediquen a dichas actividades, o que hagan, además, trabajo extradoméstico. El porcentaje de participación que ellas registran es mayor al de mujeres solteras y las separadas, divorciadas o viudas. Pero en todos los casos la participación de las mujeres es superior a 94 por ciento.
Como se muestran en las estadísticas, la vida en matrimonio es la situación en la que prevalece mayor desigualdad en el trabajo doméstico, pues los hombres son los que toman ventaja sobre su liberación de responsabilidades, y sólo se alude a las mujeres a realizar este trabajo. Cuando se llegue a un acto de equidad, en donde mujeres y hombres rompan los estereotipos de género, se podrá hablar de una igualdad en las labores del hogar.
Por otra parte, en lo que respecta a las personas que de dedican al trabajo doméstico remunerado, es decir, quienes hacen estas tareas en el hogar para que otras mujeres puedan salir a trabajar, también son en su mayoría mujeres y el 9 por ciento de las trabajadoras en servicios domésticos son mujeres menores de 20 años y más de la quinta parte son mayores de 50 años; se trata de mujeres con bajos niveles de instrucción.
El 30 por ciento de las personas que realizan trabajo en el hogar no concluyeron la primaria, muchas de ellas emigran del campo a la ciudad en busca de empleo, el 11 por ciento de ellas son hablantes de alguna lengua indígena y tienen en lo general poco conocimiento de sus derechos.
La tercera parte de las trabajadoras en servicios domésticos son mujeres solteras, 45.2 por ciento están unidas en pareja y más de la quinta parte estuvieron alguna vez unidas; más de la cuarta parte de las trabajadoras en servicios domésticos son jefas de hogar; más de la tercera parte se declararon compañeras del jefe de sus hogares de origen y 21.7 por ciento son hijas de familia.
El trabajo doméstico se estima en cerca de 20% del PIB nacional en 2002, proporción equiparable a la contribución de la industria manufacturera o del sector “comercio, restaurantes y hoteles” (18.5% y 20.0%, respectivamente)
El 88.2 por ciento de las personas trabajadoras del hogar trabajan en la modalidad de entrada por salida.
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