La demencia senil, actualmente conocida como mal de alzheimer, es una enfermedad degenerativa que se manifiesta por un deterioro progresivo de la memoria y por la pérdida gradual de la capacidad de gobernar las emociones y los movimientos corporales.

Es un padecimiento que se desarrolla a partir de la muerte de las células nerviosas y que afecta partes específicas del cerebro que controlan el pensamiento y el lenguaje.

De acuerdo con el doctor Nicolás René Moreno Navarro, neurólogo de la  Unidad Médica de Alta Especialidad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, el proceso de deterioro mental puede presentarse a través de distintas alteraciones, desde alucinaciones, es decir ver cosas que no existen a lo que se nombra agnosia, y la afraxia, que es la pérdida de capacidad que desarrollamos las personas para realizar algunas actividades que previamente habíamos aprendido como comer, vestirnos y caminar, además de tener  alteraciones en el lenguaje donde el paciente quiere decir una palabra y dice otra.

El especialista comentó que hay dos variantes de dicho padecimiento: la primera denominada de inicio temprano, donde la genética juega un papel importante debido a la estrecha relación con una anormalidad en el cromosoma 21 que afecta principalmente a las personas con síndrome de down; es un tipo hereditario de alzheimer que se desarrolla con el paso del tiempo.

La segunda variante es la más conocida y se denomina de inicio tardío, donde la edad es un  factor de riesgo ya que afecta a personas mayores de 65 años de edad.

El doctor Moreno Navarro refirió que en la actualidad la demencia también se asocia con alteraciones hormonales y vasculares. Finalmente mencionó que aun no se ha encontrado ningún tratamiento que  pueda detener la enfermedad de alzheimer; sin embargo, existen algunos fármacos que  ayudan temporalmente a impedir que los síntomas empeoren.