reprobados

Día tras día, a lo largo de este año, los funcionarios responsables de las Secretarías de Economía (SE), de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Junta de Gobierno del Banco de México, así como de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y la Comisión Federal de Competencia (COFECO), se han mostrado incapaces para frenar las alzas de precios que de manera recurrente han impactado en los productos básicos, asegura el Barzón.

 

Hoy, señala el documento, esos funcionarios están empeñados en demostrar que carecen de voluntad y de capacidad para hacer frente al exagerado aumento en los precios del huevo.No informan con precisión acerca de los factores que influyen en ese comportamiento. Por ejemplo, en su comunicado más reciente la Secretaría de Economía informa que han observado una contracción en la oferta de huevo mayor a la estimada por una menor producción en los estados de Durango, Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas y Zacatecas. El problema está en que eso ya se sabía desde antes. Al menos desde julio, con las cifras que para el mes de mayo había proporcionado el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), El Barzón había apuntado una baja en la producción de esos estados ¿Qué la SE no se había dado cuenta?

A eso se agrega que José Antonio Meade, Secretario de Hacienda, como si fuera titular de SAGARPA, anunció que ya se prepara un programa para aliviar el alza en el huevo. Paradójicamente, igual que la Junta de Gobierno del Banco de México, al mismo tiempo que reconocen problemas con ese producto, se apresuran a descartar que los precios de algunos bienes básicos o la escasez en la producción de otros generen problemas de inseguridad alimentaria y alzas generalizadas.

Sólo habría que señalarle al titular de Hacienda que en el comunicado de la Secretaría de Economía se menciona como una de las causas del encarecimiento del huevo “los incrementos en los precios internacionales de granos provocados por la sequía en Estados Unidos, (que) han llevado a mayores costos de producción tanto de huevo como de otros  alimentos de la cadena”.

De hecho, ya se han comenzado a registrar alzas igual de graves en los precios de otros productos, como el pan, la tortilla y la carne, de  tal modo que, ya se deberían comenzar a preparar los programas de emergencia para la producción de maíz, frijol, trigo, carne de res y de puerco. Asimismo habría que recordarle a ese funcionario, así como al gobernador del Banco de México, que sus propias cifras demuestran que los incrementos en esos productos afectan muy negativamente el poder adquisitivo de los sectores de menores ingresos, por lo que, con o sin alzas “generalizadas” de precios, en México debe haber una política para fortalecer a los pequeños productores y concretar la reserva estratégica.

Lo más grave es que además de la incapacidad y la ignorancia ante la emergencia, hay un comportamiento sospechoso de los funcionarios gubernamentales, y de la PROFECO y la COFECO, porque mientras a los pequeños establecimientos se les niega el producto y se les castiga por venderlo al precio que lo compran, los grandes centros comerciales, como WalMart y Soriana, así como las grandes comercializadoras y las empresas que controlan la producción, Bachoco y San Juan, siguen manipulando los precios para seguir multiplicando sus ganancias. ¿Quién va a reponer la pérdida que por más de 3,000 millones de pesos han sufrido los consumidores en unas cuantas semanas de especulación?

Para finalizar el comunicado señala: urge que el gobierno que termina, que ya no atina, dé paso a un Acuerdo Nacional para la Emergencia y por la Seguridad Alimentaria, basado en los pequeños productores y consumidores. Un acuerdo de Estado, que no se doblegue ante los intereses de los monopolios que quieren seguir lucrando, expropiando a los mexicanos, condenándolos a la pobreza.