El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) correspondiente a julio, el cual elabora de manera conjunta con el Banco de México.

Con este último dato, el INEGI elabora la tendencia del indicador, hacia una recuperación, después de la fuerte contracción que resintieron todos sus componentes en 2009.

No obstante, es importante señalar que el ICC está muy lejos de recuperar el nivel que había alcanzado hasta el año 2007, el cual a su vez, se encuentra muy lejos de los registros de 2001. Y, lo más grave, hoy se corre el riesgo de una nueva recaída debido a las alzas de los precios de los alimentos.

Más allá de los comentarios autocomplacientes de los funcionarios que fueron responsables de administrar enormes ingresos petroleros y una creciente deuda pública, lo cierto es que la confianza del consumidor en nuestro país se ha mantenido estancada en los últimos 10 años.

Hoy, considerando los datos de la serie de tendencia-ciclo, el registro de julio, es inferior en 11.6% al registro de agosto de 2006, el más alto antes de la crisis, que a su vez, todavía era inferior en 0.6% al de abril de 2001, cuando inició el seguimiento de este indicador.

El problema, como lo ha advertido El Barzón, es que hoy nuevamente se está castigando a los consumidores de menores ingresos, con altos precios de los productos básicos, en tanto que a los pequeños productores se les mantiene en el abandono.

No se puede seguir ignorando la situación tan grave que afecta a amplios sectores de la población. Urge un cambio de estrategia, no se puede mantener la lógica de las “reformas estructurales” que pueden dañar aún más al tejido social del país.