TRIGOEl Titular de la SAGARPA, Francisco Mayorga Castañeda, indicó que este seguro impulsará la adopción de una cultura de administración de riesgos de manera preventiva y no correctiva, además de que significará ahorros para los productores en el pago de primas.

Informó que la dependencia destinará 850 millones de pesos –adicionales a los mil millones que aporta la Secretaría de Hacienda y Crédito Público— para operar el “Seguro Agropecuario para la Recuperación de la Actividad Productiva, CampoAsegura”.

 

Puntualizó que entre los beneficios de este esquema destaca la simplificación de trámites para acceder a la cobertura en caso de siniestro, reducción en el tiempo de respuesta, protección al saldo del crédito y a las inversiones realizadas, y utilización de una sola ventanilla de atención, mediante las empresas aseguradoras o fondos de aseguramiento.

Esto, subrayó, a los beneficiarios les permitirá tener una protección más completa, ya que les garantiza su permanencia y reincorporación inmediata a la actividad productiva.

Señaló que el nuevo esquema de seguro es impulsado en colaboración con dependencias del Ejecutivo Federal, como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, empresas aseguradoras y fondos de aseguramiento e instituciones que operan instrumentos financieros, para establecer una visión común en el manejo y administración de riesgos en el sector agropecuario.

El Secretario Mayorga Castañeda apuntó que con el nuevo seguro los productores mexicanos cuentan con mejores herramientas para enfrentar adeudos contraídos con la banca, restituir las inversiones realizadas con recursos propios y reactivar sus actividades en un tiempo menor, en caso de un siniestro catastrófico.

“Este esquema permite incrementar la suma asegurada en promedio del 25 al 30 por ciento, adicional a la suma que ha venido contratando el productor, y le da la posibilidad de poder cubrir el 100 por ciento de sus inversiones”, aseveró.

El Seguro Agropecuario se compone de una prima integrada por tres capas: las dos primeras corresponden al monto de las inversiones (con crédito y/o con recursos del productor) y se fijarán de acuerdo con los montos establecidos en el paquete tecnológico que publiquen FIRA y Financiera Rural; la tercera, denominada catastrófica, será por un monto fijo por hectárea o por unidad animal.

Es decir, las dos primeras protegen a los productores para cubrir los saldos de las carteras vencidas y aseguran su permanencia dentro de la actividad, y la tercera, garantiza su reactivación en el sector agropecuario.

Con ello, abundó, se estaría otorgando un subsidio del 35 al 60 por ciento, dependiendo del tipo de cultivo y zona geográfica del país, para que los productores aseguren las inversiones realizadas con crédito y con recursos propios.