Gema Sofía Aguilar López

Si bien el cierto que la producción de bambú se concentra principalmente en países asiáticos como China, India, Tailandia, Indonesia y Japón, hoy en día se cultiva en el mundo como una opción de negocio rentable  y como la posibilidad de combatir el calentamiento global, esto debido a que consume dióxido de carbono 4 veces más rápido que cualquier otra planta y produce alrededor de 35% más oxigeno que un árbol.

El bambú además mejora la calidad de suelo, retiene la erosión e importantes cantidades de agua. Es una planta perenne de rápido crecimiento, alta regeneración, su cultivo es relativamente fácil y económico, además muy adecuado para reforestar por sus beneficios ambientales.

Existen más de mil 300 especies de bambú, con más de 5 mil usos documentados y una industria que genera a nivel mundial siete mil millones de dólares al año; algunas especies como la  “Guadua” son una opción excelente para la construcción de viviendas, al ser un material más liviano que el acero, más fuerte que el concreto, con resistencia sísmica y más económico que los de materiales convencionales. Precisamente en Indonesia se encuentra en construcción un edificio de más de 2 mil 200 metros cuadrados y 3 plantas de altura, la cual está considerada como una de las más grandes del mundo en este material.

Si bien es cierto que en México las viviendas de bambú no son nuevas y que ya se usaban mucho antes de la llegada de los españoles, hoy en día están cobrando importancia. Al respecto la UNAM ha iniciado una investigación para sustentar normas para la construcción y el aval de proyectos arquitectónicos.

Indiscutiblemente que otro importante uso es la  producción de celulosa para papel, principalmente con la especie bambusa vulgaris; también existen  variedades para la fabricación muebles, pisos, tuberías, persianas, artesanías, lámparas, tapetes, escaleras, puentes, bicicletas, accesorios de cocina (tablas, vasijas, vaporeras, platos, vasos, charolas, cucharas, etc) se produce carbón vegetal, también existen bambúes, cuyos brotes son comestibles, o bien algunos son simplemente ornamentales. Así mismo se elaboran prendas de vestir con fibra de bambú, la única 100% degradable que además de absorber el sudor es antibacteriana.

Tiene aplicaciones en la medicina, por su gran contenido de sílice, contiene propiedades curativas sobre las articulaciones, el tejido óseo y el sistema conjuntivo, al inferir en la formación de colágeno, ayuda a prevenir enfermedades articulares, osteoporosis y es útil en la menopausia; además de revertir el proceso de envejecimiento de las células,

Indiscutiblemente tenemos que admitir que esta gramínea es una maravilla de la naturaleza, afortunadamente Puebla forma parte de la geografía para su cultivo, hacerlo a gran escala puede representar un importante opción productiva, de grandes beneficios, ecológicos y económicos.