duraznos4México produce más de 227 mil toneladas de este durazno,  en una superficie de 44 mil 720 h ectáreas con una derrama económica superior a mil millones 528, 695 pesos;  de las cuales en Puebla la producción anual de durazno alcanza las 6 mil toneladas en una superficie de mil 127.3 hectáreas, con un valor de 42 millones 598 mil 095 pesos, siendo los principales municipios productores: Acajete, Huejotzingo y San Salvador el Verde los principales productores en el Estado.

 

Este día se llevó a cabo el 11° simposio del Durazno 2012 en la Universidad Tecnológica de Huejotzingo. Dicha apertura fue realizada por el Jefe de Distrito de Desarrollo Rural de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, (SAGARPA) de Cholula, el MVZ. Rogelio Quiroz Spezzia y el Representante No Gubernamental del Sistema Producto Durazno en Puebla, el Ing. José Toribio Tepopotla Muñoz.

Dicho evento tiene como fin la capacitación así como el acercamiento de los productores de distintas zonas del estado para una interacción e intercambio de experiencias en diferentes temas como lo son la producción, el fomento financiero y tecnológico, manejo del cultivo, recomendaciones para elegir mejores variedades y porta injertos, así como de capacitación en desarrollo humano para el fortalecimiento de los durazneros en Puebla.

“El objetivo que tenemos es  lograr que en conjunto con productores e investigadores se logre incrementar la producción que de igual manera redituara en mayores ingresos económicos para los productores y esto a su vez signifique un mayor crecimiento y Puebla sea reconocido de mejor manera como un excelente productor de éste fruto”. Destacó el Jefe de DDR Cholula Rogelio Quiroz Spezzia.

El durazno, también conocido como, piesco, contiene una única y gran semilla encerrada en una cáscara dura. Esta fruta, de piel aterciopelada, posee una carne amarilla o blanquecina de sabor dulce y su aroma es delicado. A la variedad que no tiene "pelusa" se le llama nectarina o pelón. Los durazneros, junto con las cerezas, ciruelas y damascos son frutas de hueso llamadas drupas. Esta especie se divide en variedades cuya carne se separa fácilmente del hueso prescos y en otras que se adhieren firmemente a él, como la variedad llamada pavía.

Las variedades de carne blanca son típicamente muy dulces, con escaso gusto ácido y las más populares de países como China, Japón y sus vecinos asiáticos, mientras que las de carne amarilla predilectas de los países europeos y norteamericanos, poseen un fondo ácido, que se paladea junto al dulzor. La piel de ambas variedades tiene tonos rojizos.

Debido a su fruto, el melocotonero o duraznero es la especie de la subfamilia Prunoideae más valorada en la fruticultura. El mejoramiento genético de las especies del género Prunus incluye el logro de un fruto de alta calidad con una larga vida de almacenamiento. Al igual que otros frutos de hueso o de carozo, los melocotones poseen un patrón de crecimiento que se describe como dos curvas sigmoideas sucesivas. Este tipo de patrón se caracteriza por dos etapas de rápido crecimiento separadas por una fase intermedia en la cual el crecimiento del fruto es muy escaso. Durante la primera etapa de rápido crecimiento (fase I o etapa de crecimiento exponencial), el ovario y su contenido crecen de forma más que proporcional, salvo el embrión y el endosperma, principalmente como resultado de la división celular.

Este período inmediatamente posterior a la floración es crítico para el tamaño final del fruto. Cualquier estrés ambiental (calor, frío, deficiencias hídricas o de nutrientes) tienden a acortar esta fase y a afectar el tamaño final del fruto. La segunda etapa (fase II) que semeja un “plateau”, se caracteriza por el crecimiento del embrión y el endosperma, la esclerificación (“endurecimiento”) del endocarpo, y un escaso crecimiento de la pared del ovario. En esta etapa, el fruto incrementa su tamaño lentamente, pero el embrión crece rápidamente dentro del carozo en vías de esclerificación. En la tercera etapa (fase III) tiene lugar un crecimiento rápido del mesocarpo que promueve un rápido incremento en el tamaño y peso del fruto. Le sigue una cuarta etapa (fase IV) en que se produce la maduración del fruto.

“El durazno prospera en una zona bastante restringida, ya que necesita condiciones de frío invernal (los requerimientos de frío varían entre cada una de las variedades) que las zonas subtropicales no reúnen y, al mismo tiempo, no son resistentes a las heladas; en verano requieren temperaturas altas para que madure la cosecha. Añadió el funcionario.

Finalmente se comento en el evento que la mayoría de los árboles que se venden en los viveros son cultivares injertados, además propensos a una enfermedad llamada «enrollamiento de la hoja», causada por un hongo (Taphrina deformans), que normalmente no afecta directamente a la fruta, aunque reduce la cosecha, ya que provoca una defoliación parcial del árbol. Pero para ello hay capacitaciones constantes en SAGARPA, SDR  y principalmente con el CESAVEP para lograr abatir toda clase de plagas y problemática que se pudiera presentar en la entidad ante lo cual Puebla está libre para éste fruto.