FAO2Reportaje Segunda Parte

El informe de la FAO destaca también el tremendo potencial de la agricultura para producir una cantidad mayor de la energía que se necesita para alimentar el planeta y apoyar el desarrollo rural.

"Utilizar fuentes de energía locales y renovables durante toda la cadena alimentaria puede ayudar a mejorar el acceso a la energía, diversificar los ingresos agrícolas y del procesado de alimentos, evitar tirar los productos de desecho, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que se ayuda a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible", señala el documento.

 

Allí donde existen recursos suficientes de energía solar, eólica, hidráulica, geotérmica procedente de la biomasa, pueden usarse en sustitución de los combustibles fósiles en la actividad agrícola y acuícola. También pueden usarse en el almacenamiento y procesado de los alimentos. Por ejemplo, en las plantas azucareras se utilizan los residuos para obtener calor y co-generar energía. Los denominados "desechos de procesado en mojado", como la piel y los desechos del tomate, o la pulpa en la fabricación de zumos, se pueden utilizar en un digestor anaeróbico para producir biogás. Ya hay millones de pequeños digestores domésticos que los agricultores de subsistencia en el mundo en desarrollo utilizan para producir biogás para el consumo familiar.

Es necesario actuar con firmeza para reducir las pérdidas de alimentos, y esto también hará que aumente la eficiencia energética en la cadena agroalimentaria.

Por último, es esencial mejorar el acceso a los modernos servicios energéticos para los millones de personas que todavía utilizan biomasa de manera no tradicional como fuente de energía para cocinar y la calefacción.

Un reto difícil: La transición hacia una agricultura "inteligente" a nivel energético representará "una enorme tarea" que requiere planteamientos a largo plazo y que es necesario comenzar de inmediato, según la FAO.

Durante las negociaciones sobre el clima en Durban, el organismo de la ONU defiende "una alimentación inteligente a nivel energético para la gente y el clima", un enfoque basado en tres puntos: a) acceso a la energía para todos, con especial atención a las comunidades rurales, b) mejorar la eficiencia energética en todas las etapas de la cadena alimentaria; c) sustitución de los combustibles fósiles en el sector alimentario por sistemas energéticos renovables.

"La cuestión clave que nos ocupa no es "sí debemos o cuando comenzar la transición hacia sistemas alimentarios inteligentes a nivel energético", sino "cómo podemos empezar y alcanzar un progreso gradual y constante", señaló Mueller.