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- Categoría: AGRARIAS
Científicos mexicanos trabajan con una variedad nativa de la parte alta de Sinaloa, cuyo potencial acuícola permitirá la disponibilidad del alimento todo el año
Tras cinco años de investigación en Chihuahua, comprobaron que la trucha de origen silvestre también se adapta a los procesos de cultivo y acepta alimento balanceado, hasta alcanzar talla y peso comercial.
Luego de cinco años de estudios, investigadores del Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA) y de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), así como especialistas de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), trabajan con una variedad de trucha dorada –nativa de la parte alta de los ríos Sinaloa y Culiacán— que se adapta a los cambios climáticos sin afectar su reproducción, por lo que, por primera vez, será posible su cultivo en cualquier parte del territorio mexicano.
Luego de una investigación desarrollada sobre el comportamiento de esta especie bajo diferentes niveles de temperaturas, los científicos aseguran que la trucha dorada de origen silvestre puede adaptarse a las condiciones climáticas y de cultivo, aceptar alimento balanceado, así como crecer hasta alcanzar talla y peso comercial (29 centímetros y 330 gramos)
Esto constituye, subrayaron, una muestra del potencial acuícola que ofrece esta especie mexicana, que permitiría a los truticultores incrementar la producción y garantizar la disponibilidad de este alimento durante todo el año en el mercado nacional.
Estudio de la trucha dorada:Tras el hallazgo de la especie Oncorhychus chrysogaster, ejemplares de la trucha dorada fueron recolectados por los investigadores y trasladados al centro acuícola Guachochi, Chihuahua, para su estudio biológico genético, que comprendió un periodo de cuarentena en canales de corriente rápida.
Los cuidados de biólogos y especialistas permitieron el desarrollo y desove de los ejemplares en estudio. Posteriormente, en diciembre de 2007, se logró la primera reproducción in vitro con la obtención de más de tres mil huevos.
Parte importante del proyecto fue el desarrollo de biotecnología en condiciones normales (respecto al hábitat de la especie) y mediante el procedimiento de fotoperiodo, para determinar los principales parámetros biológicos en el ciclo de vida de la trucha dorada.
Para ello, fue necesario construir y operar un módulo de fotoperiodo (equipado con celdas fotovoltáicas generadoras de energía eléctrica) para modificar la época de maduración de la especie y acelerar su domesticación.
De esta manera, se logró la producción suficiente de crías para cultivo y reproducción como parte del proyecto de investigación “Trucha Dorada”.
Los resultados derivados de esta investigación demuestran que es posible cultivar esta especie de trucha en granjas acuícolas, sin afectar su información genética que garantiza la calidad de la especie.
Los especialistas de la Dirección General de Investigación en Acuacultura del INAPESCA continúan con la realización de estudios para evaluar el desempeño reproductivo de esta especie en granjas comerciales, a fin de impulsar su producción masiva mediante el sistema de fotoperíodo aplicado con éxito en la trucha arcoíris.
La trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss nelsoni), en cambio, genera una producción de más de seis mil toneladas anuales, que se cultivan y reproducen en alrededor de mil granjas comerciales, ubicadas principalmente en los estados de México, Puebla, Michoacán, Hidalgo y Veracruz.
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