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- Categoría: AGRARIAS
Lograr beneficiar en cuatro años a 382 mil familias de 692 municipios pertenecientes a 16 entidades federativas y proyectar cerrar 2011 con 900 mil beneficiarios, es “una señal muy clara de que estamos en la estrategia adecuada”: Nuria Urquía, Representante de la FAO en nuestro país.
El Programa Especial de Seguridad Alimentaria, que llevan a cabo la SAGARPA y la FAO, ha representado un cambio total en la forma de vida de los beneficiarios, al permitirles salir del círculo de pobreza y desarrollarse productivamente en sus propias comunidades, así c omo desistir de migrar.
De los 20 proyectos productivos que trabaja la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con el Gobierno Federal, el Programa Especial de Seguridad Alimentaria (PESA) es el “programa estrella” en México, afirmó la Representante del organismo internacional en nuestro país, Nuria Urquía Fernández.
Aseguró que los resultados alcanzados en los últimos cuatro años con este programa (382 mil familias beneficiadas de 692 municipios pertenecientes a 16 entidades federativas), puesto en marcha para combatir la pobreza alimentaria de las comunidades rurales, “es una señal muy clara de que estamos en la estrategia adecuada, de que hemos elegido el proyecto adecuado para el desarrollo de las zonas marginadas del país”.
La experiencia e impacto que ha alcanzado México en PESA es un modelo “perfectamente exportable. Es más, estamos esperando que (el Gobierno mexicano) nos diga que sí para poder llevarlo a otros países” de la región e incluso, posteriormente, a otras partes del mundo, expuso.
Entrevistada en la sede de la FAO en México, Urquía Fernández declaró que “el PESA es el programa estrella de la FAO en el país, por su impacto, grado de éxito, ejecución y acompañamiento de las autoridades.
“La metodología la desarrolló FAO, pero ha sido la visión (de las autoridades) del país y de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) en particular, la que ha sido capaz de llevar a cabo este programa de la dimensión de un pequeño proyecto piloto que empezó en 2003 a los estados en los que actuamos ahora con un presupuesto (aportado por la Secretaría) superior a los dos mil 500 millones de pesos”, para beneficiar al cierre de 2011 a 180 mil familias (900 mil personas) en un total de mil municipios, aseveró.
Recalcó que la adopción del programa como una política pública –que atiende de manera efectiva la pobreza más severa, al mejorar la disponibilidad y el acceso físico a los alimentos por medio de proyectos productivos sustentables— “significa que el país es consciente o es testigo del impacto positivo que tiene el PESA cada año”.
Adicionalmente, dijo, los estados que no intervienen en el Programa están solicitando que se les incluya el próximo año, “lo cual para nosotros es un indicador muy claro del interés que tienen los gobiernos locales para participar en un proyecto como el PESA”.
Enfatizó que de la veintena de proyectos que la FAO lleva a cabo en el país, entre los más importantes destacan el PESA; pero existen otros con un diseño y monitoreo de políticas públicas que son fundamentales a largo plazo, en los cuales la colaboración y evaluación de los resultados por parte de la SAGARPA ha sido fundamental.
“Somos conscientes de que las recomendaciones que hace la FAO son tomadas en cuenta por la Secretaría para el diseño de los nuevos programas”, abundó.
Para la FAO, externó Nuria Urquía, “ha sido de gran satisfacción comprobar cómo se puede trabajar en México con las instituciones gubernamentales federales y estatales en proyectos en los que, una vez que se logra el efecto positivo, el programa crece. Es un orgullo del que nosotros decimos que nos gustaría sacar de México, porque es necesario que otros países vean lo que está pasando aquí”.
Recomendable replicar PESA a otros países: Para la funcionaria de la Organización de Naciones Unidas, de acuerdo con las evaluaciones que realiza la FAO en México, en las comunidades rurales donde se aplica el modelo PESA los resultados han sido exitosos.
“Para las familias ha representado un cambio total de forma de vida. Han salido del círculo de pobreza, están muy comprometidas con su trabajo y a sus integrantes se les ha dado una razón para no migrar y seguir desarrollándose en sus comunidades. Lo que yo sugiero es que vayan a visitarlas y hablen con ellas, porque son los mejores testigos del desarrollo de PESA”, observó.
Indicó que al no ser un programa asistencialista, sino de carácter productivo, éste requiere de un gran trabajo y compromiso de las autoridades y beneficiarios, ya que los usuarios se capacitan en las tecnologías de bajo costo y de fácil adaptación como en la instalación y operación de invernaderos de producción y granjas avícolas, entre otros.
Sin embargo, sentenció, “siempre he dicho y también mis antecesores, el éxito del PESA dependen del país que se apropia del proyecto, que lo integra en sus políticas públicas y en cómo lo desarrolla; cuando se realiza ese proceso (como ocurrió en México), el proyecto tiene realmente un éxito asegurado”.
Etapas del PESA: El PESA es un programa que inició la FAO en 1994 en 15 países; llegó a México en 2003, pero fue durante la presente administración presidencial (en 2007) que el Congreso de la Unión destinó una importante suma –más de 500 millones de pesos— para su ejecución en el país, comentó.
Ilustró que en la primera etapa de aplicación de PESA se busca lograr un hogar saludable para los beneficiarios; en su segundo nivel se trabaja en la producción y mejora de alimentos, así como en ampliar su variedad; en su tercera etapa, se logra que las familias obtengan una producción excedentaria de alimentos y generación de ingresos, por lo que se puede considerar que ya se trata de un proyecto productivo.
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