intensas-sequiasHipólito  Contreras

Del millón de hectáreas que  se sembraron este año en  el estado aproximadamente cien mil ha sido dañadas parcial y  totalmente por las  heladas y sequías, en el norte y  Sierra Oriente  las lluvias son erráticas,  miles de campesinos siguen esperando que  llueva para salvar el ciclo agrícola, informó Antonio Espejel Claudio, titular de la  Dirección de  Apoyos y Servicios  Técnicos de  la  Secretaría de Desarrollo Rural.

 

Indicó que los daños  mayores se presentaron en  el  valle de  Libres y Ciudad Serdán en donde se perdieron  85 mil 321 hectáreas por las heladas, de  este total en 51  mil hectáreas las pérdidas fueron totales.

Otras quince mil hectáreas resultaron afectadas por heladas en otras partes del estado, principalmente en  la región central.

Informó que luego de los siniestros el gobierno estatal y federal  han acudido en apoyo de  los productores afectados, se les  ha apoyado con semilla de cultivo de ciclo corto, así como los seguros a través de SAGARPA y AGROASEMEX.

Comentó que ante el cambio climático que  ha ocasionado  fenómenos atípicos, el gobierno federal y estatal piden a los  productores  ir modificando su periodos  de siembra, así como sistemas de producción como  la  agricultura protegida,  lo que les permita lograr mayor  producción.

Del millón de hectáreas que se siembran en el estado, unas  600  mil hectáreas corresponden a maíz, el resto de la superficie corresponde a otros cultivos como frijol, trigo, cebada, sorgo, etc.

El funcionario  destacó que el ciclo agrícola aún no está a salvo, no podemos asegurar, dijo, si será bueno o regular a pesar de las pérdida que se han tenido, en la Mixteca está lloviendo bien por lo que se esperan buenos resultados, si embargo, en esa zona el ciclo apenas  empieza.

Afirmó que el gobierno del estado seguirá apoyando a  los productores del ciclo primavera verano, haremos, informó, una fuerte campaña  para concientizar a a los productores sobre  la necesidad de cambiar sistemas de producción, así como asegurar sus cultivos ante los constantes siniestros.