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Sin embargo, entre marzo y mayo del 2011 presenta una tendencia alcista en Chile, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua y Panamá y Uruguay.
Santiago de Chile, 24 de junio de 2011 –La inflación alimentaria anual alcanzó el 7,4 % por ciento en mayo en América Latina y el Caribe, un nivel similar al que ha mostrado en los últimos tres meses, señaló hoy la Oficina Regional de la FAO.
La inflación general regional y la de alimentos en mayo no sufrió variaciones importantes con relación al mes anterior: 0.3 % y 0.2 % respectivamente, relata el informe mensual de precios de América Latina y el Caribe, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO.
Según el informe, que utiliza datos oficiales de la inflación en los países mencionados, esta relativa estabilidad del conjunto contrasta con los movimientos alcistas en el último trimestre en la inflación interanual de los alimentos de Chile, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Uruguay.
En Argentina, Bolivia, Brasil y República Dominicana, las tasas de inflación interanuales, tanto la general como la de alimentos, se han mantenido en niveles muy similares entre marzo y mayo de este año, mientras que ha descendido en Costa Rica y Venezuela.
A nivel global, los precios de los alimentos continúan altos y volátiles, y se sitúan un 37 % más altos que en mayo de 2010, en una dinámica que también se observa en los precios internacionales de otras materias primas.
“El comportamiento de la inflación alimentaria varía mucho de un país a otro en la región, pero todos los gobiernos están conscientes de la necesidad de enfrentar la volatilidad y las alzas de los precios”, señaló Fernando Soto Baquero, oficial a cargo de la Oficina Regional de la FAO.
Frente a este escenario, los gobiernos de América del Sur, El Caribe y América Central participaron de diálogos de políticas promovidos por la FAO, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) para tratar el tema.
“Aunque el alza y la volatilidad de los precios de los alimentos tengan impactos distintos en los países de Centroamérica, del Caribe y en los de Sudamérica, tienen en común la búsqueda del establecimiento de agendas comunes y reforzar su colaboración mutua para enfrentar a la situación”, dijo Fernando Soto Baquero.
Entre los puntos de esta agenda conjunta está la búsqueda de una mayor transparencia y competencia en los mercados de los alimentos, favorecer la eficiencia y equidad en las cadenas de valor de los alimentos y mejorar los sistemas de información sobre producción, comercio e inventarios de alimentos en cada una de esas subregiones.
“Los precios internacionales de los alimentos debieran beneficiar a los productores agropecuarios como principal incentivo para que aumenten su producción, tan necesaria como parte de los instrumentos para el control de la inflación. Asimismo, los precios de los alimentos a los consumidores debieran formarse en contextos de mayor competencia que los que actualmente existen en esos mercados”, explicó Soto Baquero.
También fue destacada la necesidad de intensificar el comercio intrarregional de alimentos, apoyar la agricultura familiar, fortalecer las bancas desarrollo para el financiamiento a la agricultura familiar y reforzar los sistemas de protección social.
Inflación por regiones, América del Sur: Los países de América del Sur tienen un comportamiento mucho más diferenciado entre sí. Venezuela se mantiene con los índices más altos de toda América Latina y el Caribe, a pesar que sus índices descendieron con respecto a sus niveles altos de marzo.
Paraguay y Bolivia tienen altas inflaciones generales, y en ambos casos se muestra que los alimentos tienen un fuerte impacto en la formación del índice general.
Uruguay muestra la misma tendencia de mayores precios de los alimentos pero con una brecha mucho menor entre ambos índices, que se mantienen en porcentajes cercanos al 10 % y 8 % anualizado, de inflación de alimentos y general respectivamente.
Brasil muestra una tendencia semejante pero en un nivel más bajo para ambos indicadores: 8 % y 6% en uno y otro caso. Argentina, en cambio, muestra la tendencia inversa, donde los alimentos tienen un crecimiento anualizado menor que el índice general, aunque el índice general llega a tasas cercanas a 10 %.
Chile y Ecuador muestran que los precios de los alimentos han crecido casi el doble que el índice general, sin embargo ambos países muestran bajas inflaciones generales anualizadas. En tanto, Perú y Colombia se mantienen bajas tasas inflacionarias generales y con tasas anualizadas de alimentos levemente superiores a la general.
América Central y México: En esta región es destacable el comportamiento alcista que muestran los índices de El Salvador, el descenso que muestra Costa Rica, los bajos niveles en ambos índices de México. Cabe destacar que los índices de inflación alimentaria en El Salvador, Honduras y Nicaragua bordean 10 %, países en los cuales los alimentos tienen un mayor peso en la conformación del Índice de Precios al Consumidor, lo que impacta en el consumo de las poblaciones más vulnerables.
El Caribe: Haití muestra inflación alimentaria mayor que la general, en tanto República Dominicana muestra el mismo nivel en su índice general. Aruba se mueve con una inflación sensiblemente más baja.
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