mujer-ruralEn el devenir de los años, la mujer rural del estado de Zacatecas ha pasado de trabajar en la esfera doméstica a la actividad productiva y de ahí, a la gestión de recursos para sus familias, expuso el doctor Humberto de Luna López, investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas

 

En el Octavo Congreso de la Asociación Mexicana de Estudios Rurales, que se realiza en la BUAP, señaló que en México a partir de 1982, comenzaron a implementarse programas de ajuste estructural que afectaron negativamente la economía de las familias r urales, lo que obligó a la mujer zacatecana a salir de su entorno doméstico e incorporarse a la vida productiva.

“Estas mujeres pasaron de realizar tareas domésticas y encargarse de la crianza, educación, higiene y cuidado de la salud de sus hijos, a participar en la preparación de la tierra y la siembra, tareas que sin embargo, no les dejaba ninguna remuneración en especie”.

En su conferencia “Mujer rural: de la esfera de la reproducción a la gestión para la producción y la reproducción”, explicó hoy en día las féminas forman parte de organizaciones sociales a través de las cuales ejercen presión en los tres niveles de gobierno para que sus demandas sean atendidas, e incluso algunas de ellas forman parte de la vida política de sus comunidades, convirtiéndose en  gestora de recursos.

Por su parte, José Luis Blanco Rosas, investigador de la Universidad Veracruzana, aseguró que la pérdida de agrodiversidad en la Sierra de los Tuxtlas, al sur de Veracruz, se refleja en la reducción de especies cultivadas de maíz de 15 a sólo 10; de éstas, únicamente dos especies, el blanco olotillo y blanco olotón, se producen en un 70 por ciento y las ocho restantes están en peligro de extinción.

El estudio realizado en las comunidades de Ozocotepec, Coxcuapan y Copulteotl, muestra que la reducción en las variedades de granos se debe al uso generalizado de químicos, y el bajo precio que los acaparadores pagan por la cosecha. Mientras ellos ofrecen pagar dos pesos el kilo del grano, el costo de producción es de hasta 8 pesos. Esto provoca que el maíz sea más rentable para el autoconsumo que para el comercio.

En la ponencia “La milpa en las estrategias de vida de indígenas y mestizos de la Sierra de los Tuxtlas”, el doctor Blanco Rosas habló de los cambios que ha provocado el incremento de la población en la propiedad de la tierra. De principios  del siglo XX a la fecha, el número de habitantes por metro cuadrado aumentó de 6 a 80, y la mayoría trabaja en terrenos de cultivo que no son propios.

Estos factores aunados a la pérdida de agrodiversidad, han diversificado las formas de subsistencia de las familias de la Sierra de los Tuxtlas, “ya que ahora además de dedicarse al cultivo de maíz, producen café, verduras, frutas y productos lácteos”, puntualizó.