Ante el cambio  climático en el mundo el próximo día 29 de octubre, desde el desierto  de Chihuahua, los agricultores asumirán el compromiso de contribuir con las acciones de mitigación para llegar a la meta de reducir en el 2012 las 51 millones de toneladas de bióxido de carbono.

Rogelio Carvajal Lozano, dirigente en Puebla del Barzón, afirmó que la convicción es que bajo el principio de “responsabilidad común, pero diferenciada” se reforzará la lucha por la descarbonización de la agricultura y de la economía nacional.

Estas acciones se  realizan bajo  la Campaña  Vamos  al Grano, Oxfam  México  y el Barzón.

En este propósito se concentrarán usuarios de riego agrícola de los estados de Zacatecas, Puebla, Guanajuato, Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Sonora y Sinaloa con el objetivo de poner en marcha las acciones de mitigación y adaptación en un sector severamente afectado por el cambio climático.

Nuestro propósito, dijo, es demandar la promulgación de un decreto que permita  la constitución  urgente del fondo de agua y energía el cual deberá convertirse que en el instrumento para la recarga, conservación y mantenimiento de los mantos acuíferos, la reducción de la energía para el bombeo de agua y la tecnificación del riego agrícola.

Indicó que la demanda de dicho fondo se hace más pertinente a partir de la iniciativa presentada por el Ejecutivo que pretende reducir los presupuestos a Medio Ambiente, Conagua y Secretaría de Agricultura  en aproximadamente 18 mil millones de pesos,  para 2011, lo que afectará las acciones para revertir y prevenir los estragos en la agricultura de nuestro país.

Estamos decididos a colaborar en el éxito y el cumplimiento de las metas establecidas en el Programa Especial de Cambio Climático. Queremos poner orden  y actuar con eficiencia y responsabilidad en el uso del agua y la energía, señaló.

Advirtió  que se ha llegado a una situación alarmante que pone en peligro la sustentabilidad en la producción creciente de alimentos. La irracionalidad y el desorden, la corrupción y la inequidad de los subsidios son elementos característicos en el riego para la agricultura.

Expuso que  en el sector agrícola utilizamos el  ochenta por ciento de agua dulce disponible, pero con una eficiencia de aprovechamiento de poco mas del  cuarenta por ciento, el resto se pierde en evaporación, en infiltración y escurrimiento en el suelo.

El uso irracional del agua para la agricultura ha provocado que de los 180 acuíferos principales con los que contamos, más de 80 se encuentren sobreexplotados.

Estamos llegando, dijo, a una situación donde, en el corto plazo, será imposible mantener las seis millones de hectáreas que cuentan con riego, de las cuales el 67 por ciento se riega con agua superficial y el 37 por ciento se extrae de los mantos acuíferos.

Los usuarios de riego agrícola hacemos uso de 118 mil pozos. El grave problema es que en 10 años solo se han rehabilitado 6 mil pozos, pero 82 600 pozos  (70 por ciento de los sistemas de bombeo) tienen reducidos niveles de eficiencia, pues solo alcanzan un 30 por ciento, cuando la NOM que debe ser del 65 por ciento,  y la meta del gobierno es la rehabilitación solamente de mil pozos al año, lo que se requerirá 86 años para eficientar el total de pozos que demandan con urgencia la rehabilitación para el ahorro de energía.

La ineficiencia de los equipos de bombeo explican en mucho la utilización de un volumen y desperdigo mayor de energía eléctrica que ha venido creciendo en promedio del 6 por ciento anual en el sector agrícola y que implica un gasto de subsidio gubernamental de poco menos de 10 mil millones de pesos anuales a partir del establecimiento de tarifas preferenciales.

La situación se torna compleja dado que la infraestructura de riego data de los años cincuenta y sesentas. El 78 por ciento de la agricultura no esta tecnificada y la mayor parte de los agricultores practica el riego por inundación. Es decir, solo dos de cada diez hectáreas tienen modernización de riego y esto provoca que solo se aproveche un litro por cada cinco de los utilizados.

El gobierno se ha propuesto tecnificar en este periodo un millón siete cientos mil hectáreas de las cuales 522 mil estarán a cargo de Sagarpa y 1.2 millones en parcelas a cargo de Conagua.

Pero la tecnificación esta corriendo al margen de la conservación de acuíferos y del ahorro de energía. Esto esta provocando que en la mayoría de los casos a mayor tecnificación se utiliza mas agua se descargan los acuíferos y se siga usando un equipo de bombeo ineficiente con la consecuencia de mayores gastos de energía.

Lo que estamos demandando agregó, es un programa integral que centralice acciones para atender la recarga de acuíferos, el cambio de equipos de bombeo, la rehabilitación de los pozos y la tecnificación de riego.

El fondo de agua y energía deberá centralizar en un solo organismo la totalidad de los recursos que hoy se manejan en forma desarticulada y discrecional por distintas secretarias.

Este fondo de agua y energía deberá integrarse con subsidios gubernamentales, aportaciones privadas, de organismos internacionales, créditos y financiamiento y aportaciones de los productores para atender la sobre explotación de mantos acuíferos, rehabilitar diez mil pozos anuales y cubrir la tecnificación de tres millones de hectáreas. Este fondo será rector para establecer las sanciones administrativas y penales en contra de todos los usuarios de pozos que operan en la ilegalidad, los que exceden el uso de metros cúbicos de agua concesionada, el que establezca los sistemas de medición de volumen y calidad de agua, así como la reposición inmediata de los equipos de bombeo para reducir en un 50 por ciento al subsidio a las tarifas que este momento representa mas de diez mil millones de pesos.

A partir de este ahorro se destinarán los recursos para el establecimiento de fuentes de energía distintas que deberán usarse en el riego agrícola.

Quienes nos reuniremos en Chihuahua el próximo viernes tenemos la firme convicción de colaborar de manera decidida y de ser corresponsables en verdaderas acciones de mitigación y adaptación.

stos, precisó, son los retos de Esquemas de acceso al financiamiento para el ordenamiento sustentable de acuíferos y tecnologías para el ahorro de agua y energía: acciones de mitigación y adaptación en la agricultura ante el cambio climático