SSAGARPA  dispondrá de 15 millones de pesos del Programa para el Desarrollo de Zonas Áridas (PRODEZA) y 25 millones de pesos del componente de Infraestructura Productiva para el Aprovechamiento Sustentable de Suelo y Agua (IPASSA), para cuidar los recursos naturales e incentivar la productividad en zonas áridas, semiáridas y en proceso de desertificación de la región.

Derivado de lo anterior, la delegación de la SAGARPA en la Ciudad de México, en coordinación con la Comisión Nacional de Zonas Áridas (CONAZA) y el Gobierno Capitalino, entregaron incentivos a productores de la Ciudad de México para conservación de suelo y cosecha de agua.

Los incentivos se dieron bajo la instrucción del titular de la SAGARPA, José Calzada Rovirosa, de fortalecer a los productores de la Ciudad de México con los esquemas que maneja la CONAZA, el PRODEZA y el IPASSA.

El director general de la CONAZA,  Abraham Cepeda Izaguirre, explicó que para la CDMX, el presupuesto 2016 del PRODEZA pasó de 11 a 15 millones de pesos.

Por su parte, el delegado de SAGARPA, Sergio Martínez Chavarría, indicó que el componente de IPASSA tiene un monto de inversión superior a los 25 millones de pesos, de los cuales 21 son de ejecución directa y cuatro corresponden a concurrencia.

 A su vez, la titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (SEDEREC) de la ciudad de México, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, destacó la coordinación que ha tenido con la SAGARPA para mantener un trabajo conjunto en beneficio del sector agropecuario de la capital.

Asimismo, se informó que el componente de IPASSA busca apoyar a los productores agropecuarios de las regiones con poca disponibilidad de agua y procesos de erosión para aprovechar sustentablemente los recursos naturales asociados con sus actividades productivas.

Además, el PRODEZA es un programa pensado para incentivar a los productores agropecuarios de las zonas áridas y semiáridas y con ello incrementar su productividad a través de la realización de proyectos integrales de desarrollo rural-territorial, preferentemente de las zonas áridas, semiáridas y en proceso de desertificación.

 

En este esquema, se contempla el equipamiento, obras de infraestructura productiva, extensionismo y capacitación, con un enfoque productivo y de sustentabilidad de los recursos.