El estatus sanitario de nuestro país es reconocido a nivel mundial; lo que fortalece la actividad comercial, pues ahora los porcicultores tienen la posibilidad de acceder a más y mejores mercados nacionales e internacionales, tanto de animales vivos como de productos y subproductos.

México se convirtió en uno de los primeros países del mundo en ser reconocido por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en francés) como libre de Fiebre Porcina Clásica. Este logro es producto del esfuerzo conjunto entre la SAGARPA, a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), los estados productores y los porcicultores mexicanos.

Asimismo, el 28 de enero de 2015, la SAGARPA declaró al estado de San Luis Potosí como zona libre de la enfermedad de Aujeszky, logrando así la erradicación de esta enfermedad en el país.

La porcicultura es una amplia y compleja cadena productiva que incluye desde la producción de granos forrajero y oleaginoso para la elaboración de alimentos equilibrados, la creación de fármacos y productos biológicos para el cuidado de la salud de los animales hasta llegar a los establecimientos de sacrificio, de Tipo Inspección Federal (TIF), para que la carne de cerdo se convierta en un alimento realmente sano.

La carne de cerdo que se produce en México, gracias a su buena crianza y alimentación, aporta nutrientes esenciales al organismo como proteínas, minerales, vitaminas, grasas y carbohidratos que favorecen el desarrollo saludable de nuestro organismo.

SABÍAS QUÉ...La carne de cerdo contiene proteínas de buena calidad: un filete cerdo de 100 gramos aporta casi 20 gramos de proteínas y es fuente de aminoácidos naturales para los músculos.