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México fue actor central en la Revolución Verde y trabaja actualmente para asumir el rol de liderazgo que le corresponde a nivel global, lo que significa revivir los ideales y las convicciones que permitieron dar ese salto doble, tanto en calidad como en cantidad en la producción de alimentos, afirmó el secretario de Agricultura, Enrique Martínez y Martínez.
Bajo esa directriz, aseguró, es estratégico poner la ciencia y la innovación tecnológica en el centro de las políticas públicas de los gobiernos, en corresponsabilidad con la sociedad, y lograr un mejor entendimiento en los mercados globales para llegar a ser justos en escalas locales.
En el marco de los trabajos de apertura del Foro de Agricultura Internacional, en la Expo Milán 2015, dentro de la sesión de “Agricultura, Alimentación y Desarrollo”, el titular de la SAGARPA señaló que es clave el sumar esfuerzos y conjuntar talentos con el fin de poner la ciencia, la tecnología, el extensionismo y los sistemas de innovación en movimiento para detonar una nueva revolución verde.
En su ponencia “El respeto de la biodiversidad natural”, el secretario Enrique Martínez y Martínez indicó que México participa en la “Alianza Global para la Agricultura Climáticamente Inteligente”, donde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) ha tenido un destacado papel en el otorgamiento de asesoría técnica en una plataforma global de colaboración para mejorar sistemas de producción.
“Si bien, actualmente enfrentamos una situación de disminución de precios, en el mediano y largo plazo existe una tendencia hacia una mayor demanda de alimentos, lo que aunado al impacto del cambio climático, resultará en precios más volátiles, y esto repercute en el nivel de rentabilidad del sector y en la planeación de las cosechas”, acotó.
Explicó que durante épocas de incremento de precios, la seguridad alimentaria de la población se ve afectada y el número de personas en el mundo subalimentadas se estima es de alrededor de 800 millones de personas, conforme a datos de la FAO.
Ante ministros de Agricultura, representantes de organismos internacionales y especialistas en el sector agroalimentario, el secretario Enrique Martínez y Martínez expresó que “tenemos este gran reto por delante, pero también un sinnúmero de oportunidades para que los productores de nuestros países puedan insertarse en las cadenas de valor y así fortalecer el ingreso de la población rural”.
En este desafío, dijo, juegan un papel importante los pequeños productores -y la agricultura familiar-, quienes son los que tienen las mayores posibilidades de incrementar su productividad.
Mencionó que los retos en los países en desarrollo en materia agropecuaria son variados, como los estructurales en materia de la tenencia de la tierra y fragmentación de la superficie, y el envejecimiento de la población dedicada al campo, por lo que se requiere reforzar la visión empresarial y de cultura organizativa para retener a los jóvenes en el sector primario.
En materia de semillas, agregó, es importante avanzar en el desarrollo de las variedades que se adapten a la realidad climática, productiva y cultural de los países y que éstas se adecuen a las necesidades del minifundio, en donde en muchas ocasiones la dotación de la tierra no es la óptima y los productores son más vulnerables a los efectos del cambio climático.
Comentó que estas acciones deberán ser corresponsables con el cuidado sustentable de los recursos naturales. México otorga prioridad al desarrollo de variedades más resistentes a plagas y enfermedades, así como al uso de prácticas como la agricultura de conservación, señaló.
Con respecto a la participación de México en la Expo Milán 2015, Enrique Martínez y Martínez destacó que nuestro país es un gran mosaico climático por su ubicación geográfica y orografía, lo que lo convierte en un importante centro de diversidad biológica, de ahí el interés que los visitantes puedan mostrar en el pabellón instalado.
“Esta biodiversidad representa el capital natural renovable de nuestra nación, y en el rubro agroalimentario nos sentimos orgullosos de ser centro de origen de cultivos tan importantes como el maíz; pero también por nuestro aporte en productos como tomate, aguacate, calabaza, chile, vainilla y chocolate, por mencionar algunos”, concluyó.
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