INCA Rural

La Delegación Región Sur de INCA Rural aprobó 57 proyectos agroalimentarios para este 2014. Beneficiarán especialmente a los municipios de alta y muy alta marginación que se encuentran incluidos en la Cruzada Nacional Contra el Hambre,  explicó en entrevista el Delegado Víctor Manuel Martínez Wittig. En 2014, indicó el funcionario federal, se reforzaron los programas integrales de innovación y extensionismo rural para atender a productores de limón, mango, acamaya, bagre, maíz, ovinos, caprinos, naranja, jitomte, café así como asesoría para huertos familiares o de traspatio.

INCA Rural, añadió Martínez Wittig, también apoya a los productores con capacitación y en las zonas indígenas trabaja en colaboración con la Comisión para el Desarrollo de Pueblos Indígenas  (CDI)
Al referirse a la innovación tecnológica y asistencia técnica a productores, indicó que se modificaron los protocolos, hoy en día, puntualizó, los productores presentan un proyecto, si es aprobado, se otorgan recursos para capacitación e innovación, el productor tendrá que elegir a sus asesores y técnicos, supervisados por INCA Rural, de esta manera se garantiza, por una parte, que la asesoría es la indicada para el proyecto y por otra que los recursos son aplicados correctamente.
Estos protocolos para asistencia técnica y extensionismo rural se conocen como “de acompañamiento”, porque se otorgan durante todo el proceso de producción, así se garantiza  el éxito de los proyectos y se obtienen mayores rendimientos en la producción.
En el aspecto humano de las comunidades rurales, comentó que el gran reto de las instituciones del sector primario es lograr el arraigo de los jóvenes en el campo, esto es importante porque los campesinos tienen entre 60 y 65 años de edad. “Los productores están envejeciendo y no hay jóvenes en el sector que continúen con su labor, actividad que es importante porque son quienes nos dan de comer a todos”, indicó.
Los huertos familiares y ganadería de traspatio así como las parcelas escolares, tienen la finalidad de mejorar la alimentación de las familias que  viven en situación precaria, pero también de fomentar el amor a la tierra para que los jóvenes se arraiguen en sus comunidades.