REMESAS

La Confederación Nacional Campesina manifestó hoy preocupación por la baja de las remesas al país, hecho que atribuyó a la desaceleración de la economía estadounidense, que ha disminuido su ritmo de creación de empleos en el sector agrícola y de la construcción, así como a la política persecutoria de indocumentados mexicanos. Un análisis de la organización que encabeza el senador Gerardo Sánchez García, se establece que esta situación hace más urgente lograr la reforma migratoria que se discute en Estados Unidos por iniciativa del presidente Barak Obama.

Para la CNC,  la disminución de  las remesas afecta principalmente al sector rural mexicano, ya que la mayor parte de los migrantes son campesinos que buscan empleo en los Estados Unidos, los que al no encontrar trabajo dejan de enviar apoyo económico a sus familias y quienes son deportados engrosan las filas de indigentes en la frontera norte o son presa de la delincuencia organizada.
En este contexto, durante los últimos ocho meses, las remesas en dólares que envían los migrantes mexicanos, tuvieron una reducción que ha repercutido en el empeoramiento de los niveles de pobreza de la población rural receptora en varios estados de la República. De 25 mil millones de dólares que en promedio llegaban a México, actualmente la cifra se ubican en 22 mil millones de dólares, sin que se avizore una mejoría en el corto plazo.
Con base en cifras del Banco de México, las divisas hacia México retrocedieron en el marco de un proceso de descenso generalizado por razones del menor ritmo de crecimiento de esas remesas y el debilitamiento del empleo para los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Y por otra parte, a la disminución en el tipo de cambio de la moneda mexicana.
Seguramente también tiene que ver la Reforma Migratoria en la que está empeñado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y que ha encontrado obstáculos de algunos estados de la Unión Americana.
La baja de remesas obedece también a que en territorio norteamericano no se han creado empleos en las áreas económicas donde trabajan los indocumentados, regularmente en los campos agrícolas y en la industria de la construcción. En estas actividades, incluso, se han registrado despidos masivos de trabajadores.
Esto viene a agravar la situación porque, al mismo tiempo, se dan las deportaciones masivas de migrantes indocumentados hacia sus países de origen, principalmente hacia México.
Todo ello, en torno de la gran polémica desatada en Estados Unidos, por la Reforma Migratoria propuesta por el presidente Obama, cuya próxima visita a México, da muestra de que está empeñado en resolver esa problemática que afecta a ambas naciones.
Es de reconocer el apoyo de muchos gobiernos, incluido México, a los congresistas de Estados Unidos, porque han decidido analizar el tema de la migración aún en contra de gobiernos estatales no sensibles a afrontar los asuntos relacionados con la migración, como los de Colorado, Arizona y Virginia, que han aplicado una ley que discrimina y persigue a los mexicanos, con sólo su apariencia
En la actualidad, sostiene la CNC, los niveles de empleo para los migrantes mexicanos no logran remontar a los registros previos a la crisis de 2008-2009, especialmente severa en el sector inmobiliario y de la construcción de Estados Unidos, lo que se reflejó en 2012 en una disminución en el flujo de las remesas que esos trabajadores envían a sus familias en México.
Según el Banco de México, las remesas sumaron el año pasado 22 mil 445 millones de dólares, 1.5 por ciento menos que en 2012. En particular en diciembre, este flujo representó el ingreso de recursos por mil 706.9 millones de dólares, 4.4 por ciento menos que en el mismo mes de 2011.
Así, el monto de remesas fue menor en dólares pero, convertido en pesos mexicanos, resultan ligeramente mayores por el efecto del tipo de cambio a la baja en las últimas semanas.
De esta forma, la disminución en las remesas en el segundo semestre, que llevó a una caída en el monto total en 2012 en términos de dólares, obedeció a la combinación de dos factores principales: Primero, la pérdida de empleo entre los migrantes mexicanos en algunos sectores, entre ellos el de la construcción, que es la actividad que más empleo ofrece a los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Y, segundo, la fortaleza del peso en el tipo de cambio. Esto, debido al ingreso constante de inversiones de corto plazo al país.