RECONOCIMIENTO BUAP

La Colaboración Internacional del experimento ALICE, del Gran Colisionador de Hadrones del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), en el que están reunidos 120 científicos de 36 países, otorgó al Rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez, el reconocimiento como Miembro Distinguido de dicho grupo, por su apoyo invaluable y decidido, así como por su visión de empoderar a la ciencia como un valor para responder a los grandes retos de la humanidad. A través de una videoconferencia, el representante del Experimento ALICE, Paolo Giubellino, de la Universidad de Torino, Italia, informó que dicho reconocimiento se otorga al Doctor Enrique Agüera Ibáñez por el apoyo que ha brindado a ese proyecto científico, así como por el éxito logrado durante la Semana de la Física del Experimento ALICE que por primera vez se llevó a cabo fuera de Europa, del 27 de noviembre al primero de diciembre del 2012, en el Complejo Cultural Universitario, cuyos óptimos resultados estuvieron, además, relacionados con la importante infraestructura científica de la Institución.
En el Aula Virtual del CCU, donde tuvo lugar la ceremonia con la asistencia de funcionarios universitarios de la BUAP, la UNAM y el Cinvestav del IPN, Giubellino resaltó el liderazgo del grupo mexicano en el Experimento ALICE, que utiliza 18 instrumentos, dos de éstos diseñados, fabricados y manejados por los científicos mexicanos, entre ellos investigadores de las facultades de Ciencias Físico Matemáticas, Electrónica y Computación de la Máxima Casa de Estudios de Puebla.
“Hemos decidido otorgar este reconocimiento al Doctor Enrique Agüera en parte por su apoyo a la Colaboración Internacional del Experimento ALICE, así como por el éxito obtenido durante la ALICE Physics Week, y por su visión y entendimiento sobre el valor de la ciencia y la tecnología”, dijo.
Al ser distinguido como Guest Member del Experimento ALICE, uno de los cuatro que conforman el Gran Colisionador de Hadrones del CERN, el proyecto científico más importante en la actualidad en el que están involucradas 132 instituciones de todo el mundo, Agüera Ibáñez expresó su emoción por recibir dicho estatus, de una comunidad científica que hoy tiene impacto real en la ciencia, pero además porque de este modo se dimensiona la relevancia de dicho proyecto en el que participan investigadores de la BUAP, la UNAM, el Cinvestav del IPN y la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Luego de agradecer dicho reconocimiento y señalar  a la ciencia como el auténtico motor para el desarrollo y respuesta a los grandes retos paradigmáticos, puntualizó que hoy “el gran problema es que hemos perdido de vista los valores fundamentales, entre éstos, el más importante: el aprecio y valor al ser humano”.
Ante directores de escuelas y facultades, así como funcionarios de la administración central de la BUAP, y representantes de otras instituciones como la UNAM, subrayó que antes que ciudadano, el individuo es un ser humano con necesidades y derechos. Sin embargo, dijo, “vemos que desde los espacios públicos no se atienden las legítimas aspiraciones de éste; por eso desde hace ocho años que inicié esta gestión me propuse trabajar por las personas: estudiantes, trabajadores, académicos e investigadores, y que todo lo que hagamos adquiera sentido por su impacto en las personas”.
En un ambiente cálido, en casa con universitarios, Agüera Ibáñez recordó cuando hace ocho años un investigador -Arturo Fernández Téllez, quien encabeza el grupo de investigadores de la BUAP que colabora en el Experimento ALICE- se le acercó para solicitarle apoyo para la investigación que entonces iniciarían con el CERN.
“Fruto de la confianza en nosotros mismos, hoy hemos alcanzado resultados sin precedente en la historia de esta Universidad, que no se construyó ayer, es historia de años”, añadió.
Tras felicitar a los investigadores de la BUAP que colaboran en el Experimento ALICE, y solicitar para ellos un aplauso, reafirmó: “la universidad de hoy y la del futuro tiene que apostar por la ciencia y la transferencia científica y tecnológica. La investigación básica debe ir de la mano de la transferencia científica, porque el mundo requiere hoy de respuestas poderosas para transformar, para bien, la vida de las personas”.